El cuerpo humano no es un equipo que pueda ser reparado cuando manifiesta algún deterioro.

No puede cortársele el acceso a la energía, sacar la médula espinal, ponerla en una mesa de acero inoxidable, cocerle los puntos deteriorados o rotos de la funda como si eso fuera, luego lavarla como una tripa en la llave del lavabo y volverla a insertar. Y cuando ya esté en su lugar, conectar de nuevo el acceso de la corriente para que el cuerpo siga funcionando como si nada.

No; el cuerpo humano no es eso que algunos hemos creído equivocadamente por tanto tiempo. El cuerpo humano es una manifestación de la grandeza de la creación. Pudiendo interpretarla cada quien de acuerdo con su particular cultura, como guste.

Pero no por eso deja de ser lo que es, y hasta hoy no podemos unificarnos en un mismo criterio. Qué lástima. Particularmente, creo que es la obra innegable del poseedor de una mente creadora que, al darnos parte de EL, nos integró tanto que no puedo definirlo individualmente a EL, como tampoco puedo definirme a mí sin EL.

Creo que el cuerpo humano no necesita ser remendado, ni siquiera  ser tocado internamente. Creo que para su correcto uso y mejor aprovechamiento, debe utilizarse, siguiendo la sabia guía del MANUAL DEL FABRICANTE: VEDAS, BIBLIA, THORA, BHAGAVAD-GITA ETC. Y entonces comprenderemos que el cuerpo humano tiene la total capacidad de autorrepararse y hasta de no deteriorarse, no desgastarse, de renovarse¸ de guardar un perfecto y respetuoso equilibrio en la vida, con la vida misma.
Es un regalo de quien como usted quiera llamarle.

En lo que todos estamos de acuerdo es en que somos fruto del AMOR.

Sentimiento indispensable para nuestra sana existencia.

Hay que amar incondicionalmente, sin un por qué o para qué.

AMAR porque ese sentimiento es el autor y reparador del cuerpo humano. SENTIR AMOR.