La cueva de la Chepa

Josefa, que se enamoró de Paco, un joven del mismo lugar. Nada extraordinario, sólo que él era de una familia adinerada y ella, todo lo contrario.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Al norte de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, por el rumbo de “La Piedrona”, hay una famosa cueva. Se le conoce como la Cueva de la Chepa y de ella Manuel Martínez Vázquez escribió una breve historia.

En el barrio Colón, de la citada ciudad, vivía una guapa muchacha llamada Josefa, que se enamoró de Paco, un joven del mismo lugar. Nada extraordinario, sólo que él era de una familia adinerada y ella, todo lo contrario.

Se conocieron en un baile y se frecuentaron desde entonces. Paco buscaba a la Chepa, como era conocida, cerca del Río Sabinal, cuando ella iba por agua. Muchas veces le cargó el cántaro hasta la puerta de su casa. 

Al paso del tiempo, se enamoraron y un día ella le dijo que se fueran a vivir juntos. Pero Paco dependía de sus padres y llevarla a su casa era una decisión que difícilmente aceptarían. De hecho, cuando los padres de Paco se enteraron de la relación, no estuvieron de acuerdo.

En esa época, los jóvenes no tenían dónde desahogar sus deseos y así que buscaban los lugares más apartados de la ciudad para encontrarse. La Chepa siguió insistiendo en que se la llevaran y un día le propuso a Paco que fueran a una cueva cercana en donde nadie los vería. 

Fue un sábado por la tarde cuando Chepa y Paco huyeron hacia la cueva que está por los matorrales del camino a Yuquiz.

Cada cual con su bulto de ropa y sus emociones al máximo. Entonces dieron rienda suelta a sus deseos contenidos.  Los padres de ambos, al ver que los jóvenes no llegaban a sus respectivas casas, los buscaron por muchos lados. Así fue como se conocieron ambas familias.

No pasó mucho tiempo cuando Paco regresó a su casa y no contó nada de lo sucedido. Sus padres tampoco querían saber. La Chepa esperó en vano el retorno de su galán. Ella sobrevivió un tiempo comiendo frutos del campo.

Cuando los padres de Chepa llegaron a la cueva, ella no estaba allí. La búsqueda siguió y por fin encontraron el cadáver de la muchacha en otra gruta por el rumbo de La Piedrona. Desde entonces llaman “La cueva de la Chepa” a esta cavidad.

Lo más leído

skeleton





skeleton