Es un dato conocido internacionalmente que el sistema bancario mexicano está entre los 10 más rentables del planeta. No estoy diciendo que son los más eficientes ni grandes, sino que tienen una utilidad elevada en relación con el capital invertido. Les comento por qué.

a) Sus comisiones. Son de las más altas del mundo, cerca del 40% de sus ingresos; te cobran más alto que cualquier banco en países similares a México.

b) Sus tasas. Increíble: la inflación está diluyendo los rendimientos bancarios, es decir, siempre esperas que el banco otorgue más dinero que el aumento de precios del país para conservar su poder adquisitivo, esto no ha sido así. Existe un indicador que se llama Ganancia Anual Total (GAT) promulgada en la reforma financiera de 2014 y que mide la tasa de interés de los productos financieros de los bancos y los compara con la inflación; el resultado es que la mayoría de los productos de los bancos grandes no sólo no te protegen, sino que pierdes dinero al ahorrar. En cambio, sus tasas de préstamo han subido estratosféricamente. El banco más grande mexicano ya llegó su tasa de tarjeta de crédito al 50%, ya está compitiendo con las tarjetas de tiendas departamentales que siempre tienen tasas grandes jamás  recomendables porque no sólo son más altas, sino que el precio a crédito es otro; es decir, doble tasa.

c)  Sus trampas. Existen muchas, pero la más conocida es cuando vas a sacar dinero del cajero y terminas, no te dan la opción salida, te invitan a un crédito de nómina, das continuar y te piden permiso para conocer tus datos personales en buró y si no quieres tampoco te dan la opción de salida, tienes que cancelar el proceso para que termine tu sesión en el cajero. Esta es una práctica abusiva y provocadora, ya que a gente con poca experiencia las induce a tomar un crédito no deseado.

Los bancos son considerados palanca del desarrollo económico de un país al otorgar crédito personal y empresarial; el personal desde luego lo otorgan pero el empresarial no. De acuerdo con estadísticas de captación y generación de crédito, los bancos captan dinero de todo el país y se lo otorgan a polos de desarrollo económico pujantes como Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara y Quintana Roo; este desequilibrio en recursos es atribuido a la presencia de súper bancos nacionales en relación con los pocos o ningún banco regional o estatal.