La cultura permanece desinflada en este gobierno del cambio, y la perredista Jacqueline Estrada Peña ha entregado pésimas notas como subsecretaria de Cultura. Nada se mueve en esta área tan abandonada desde que fue asimilada por la Secretaría de Educación, cuya titular Marisol Alamilla Betancourt ha desatado su infiernito con los trabajadores tan inconformes con su negligente gestión.

La cancelación del Festival de Cultura del Caribe en su edición otoñal 2016 fue una noticia devastadora, y lo peor es la falta de proyecto en un área tan vital para un estado que se dio el lujo de contar con un Instituto Quintanarroense de la Cultura dirigido por mandos tan capacitados como Norma Jiménez De León, quien siempre defendió la condición del IQC que evolucionó a Secretaría de Cultura para acabar en el rincón de los cachivaches.

Nuestros burócratas culturales tienen que tomar con seriedad un Festival que no ha sido consolidado y que ha perdido seriedad, dando una pésima imagen a Quintana Roo en la región caribeña y en otros estados de nuestro país que han sido invitados.

La biblioteca pública central Javier Rojo Gómez permanece clausurada, negando a los chetumaleños un espacio tradicional e imprescindible en toda ciudad. La falta de mantenimiento afectó el inmueble desde fines de octubre de 2015, luego del paso de una onda tropical que azotó muy fuerte en la zona sur.

Puede justificarse el inmovilismo por la falta de presupuesto, pero es inaceptable la falta de proyectos para poner en marcha a la subsecretaría de Cultura donde ya extrañan a la chetumaleña Lilián Villanueva Chan.

Deliciosa presentación del libro Conversaciones junto al mar, de mi amigo chetumaleño Marcos Ramírez Canul. La presencia e intervención del legendario ex gobernador Jesús Martínez Ross –un padre para Marcos– fue muy emotiva en el vestíbulo del Congreso del Estado.

Marcos Ramírez es autor de la música del himno a Quintana Roo, cuya letra es fruto de la torrencial inspiración de Ramón Iván Suárez Caamal, director de la Casa Internacional del Escritor de Bacalar.

Saludar a mis amigos periodistas Jorge González Durán y Jonathann Estrada fue un privilegio. 

Sabrosa obra ha parido el talentoso Marcos Ramírez, quien tuvo entre sus invitados al Notario Público Reynaldo Vanegas Marín y al poeta Agustín Labrada Aguilera.