Curiosidades literarias

Un hombre conoce a una mujer; le intriga de ella el verla cuidar con gran esmero una pequeña caja, que la acompaña a todas partes.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Emilia Pardo Bazán es una novelista y cuentista española del siglo XlX.

Uno de sus cuentos lleva por título La caja de oro.

El narrador de la historia nos la cuenta a partir de una característica: la  curiosidad.

Oigamos el relato.

Un hombre conoce a una mujer; le intriga de ella el verla cuidar con gran esmero una pequeña caja, que la acompaña a todas partes.

El hombre intenta por varios medios saber del contenido de la caja, sin obtener los resultados por él anhelados.

Decide entonces enamorar a la mujer, y finalmente casarse con ella.

Escuchemos sus argumentos: “…la cajita me volvía tarumba, y agotados los medios legales, puse en juego los ilícitos y heroicos…Mostréme perdidamente enamorado de la dueña cuando sólo lo estaba de la cajita de oro; cortejé en apariencia a una mujer cuando sólo cortejaba un secreto; hice como si persiguiese la dicha cuando sólo perseguía la satisfacción de la curiosidad”.

Pese a todos sus intentos, el hombre no lograba satisfacer su enorme curiosidad.

Finalmente, él convence a su esposa, y ella le entrega la caja.

Él ve su contenido.

Desde ese momento ella comienza a desmejorar de salud, hasta llegar a la muerte.

¿Qué contenía la caja? 

¿Qué fue lo que llevó a la muerte a su dueña?

Ella se arriesgó a compartir su secreto.

Él empeñó su vida por conocer el secreto que otro ser humano guardaba.

¿Siente usted curiosidad?

Lo más leído

skeleton





skeleton