El provocador activismo en el DF de los maistros que militan en la Coordinadora fantasiosamente Nacional de lamentables Trabajadores de la Educación viene generando reacciones cada vez más histéricas que llaman al “restablecimiento” del estado de derecho.

Parecieran ignorar que mal que bien, en distintos grados y situaciones (incluido el truculento tema de la narcoviolencia), el estado de derecho ha prevalecido, aun en trances tan explosivos como el levantamiento indígena en Chiapas, el surgimiento del EPR y el ERPI, o cualquier otro movimiento armado.

Aquellos levantamientos nutrieron a muchos de los actuales protestantes y fueron mucho más abracadabrantes que el desma... callejero que padece hoy la Ciudad de México.

El Gobierno del DF dice que la protesta no será tolerada más allá de “los límites”, pero éstos se volvieron imprecisos desde hace muchos años, en pleno priato federal y perredato en la capital, cuando se permitieron todo tipo de chin... en las calles.

Imaginar que un problema tan antiguo y tan complejo se pueda resolver en una semana es, simplemente, tonto.