La danza de los millones
Tres cuartas partes del Presupuesto de Egresos se utilizarán para sueldos y salarios, materiales y suministros, servicios básicos y subsidios, dejando únicamente una cuarta parte para programas y proyectos de inversión.
El pasado 13 de noviembre la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2015 (PEF 2015).
Como cada año, el Gobierno Federal expone los grandes beneficios que esto representará para el país. El monto asciende a 4 billones 676 mil 237 millones de pesos, de los cuales el 77% se destinará a gasto corriente y el restante 23% a gasto de inversión.
Lo anterior significa que tres cuartas partes del Presupuesto se utilizarán para sueldos y salarios, materiales y suministros, servicios básicos y subsidios, dejando únicamente una cuarta parte para programas y proyectos de inversión en diversos sectores como son comunicaciones y transportes, hidrocarburos, infraestructura de salud, sector hidráulico, entre otros.
La exposición de motivos resalta que el ejercicio fiscal 2015 marcará la implementación y consolidación de reformas estructurales que darán impulso al crecimiento económico y al bienestar social, en el marco de la eficiencia del gasto público, transparencia y rendición de cuentas.
La danza de millones y millones de pesos que año tras año los mexicanos vemos siempre va acompañada de promesas de crecimiento y desarrollo para y de que ahora sí los mexicanos podrán aspirar a una mejor calidad de vida, así como los enormes beneficios que esto representa para las futuras generaciones.
Parece que una vez más debemos creer que los beneficios llegarán a los bolsillos de la gente y que las familias por fin podrán aspirar a una mejor vida. Igual que el año anterior se justificó el aumento de los impuestos, la desaparición de los Repecos, la inversión en seguridad pública para erradicar la violencia y demás.
La triste realidad es otra: ni la economía familiar mejora, mucho menos la seguridad pública. El terrorismo fiscal al sector productivo, la violencia desatada y la falta de oportunidades para las nuevas generaciones son sólo algunas muestras de la ineficiencia gubernamental. La danza de los millones continuará un año más, la transparencia seguirá siendo letra muerta, la corrupción y la impunidad seguirán reinando y los mexicanos seguiremos esperando.