Mare ando emocionado porque ya se empieza a sentir en el aire el olor a pib, ¿o será el nach de frijol con puerco del lunes que comí el martes?, mare quién sabe, pero me refiero al pib y no precisamente el Producto Interno Bruto, que eso parecen los que se encargan de fortalecerlo, pero digo que me emociona el olor a pib porque es olor a nuestras tradiciones, a nuestra cultura, nuestra identidad, por eso el 12 de octubre día de la x’la raza, cuando nos vinieron dizque a conquistar, es un día que no se debería festejar, más que con luto, porque es cierto que pudieron habernos dejado varias cosas de modernidad, pero creo que lo más importante es que nos robaron nuestra identidad, nos robaron nuestras costumbres, porque todo el oro o riquezas materiales no me molesta, seguro porque no es mío, jajaja, pero, ya en serio, se perdió más con la mancillada de nuestra cultura.

Hoy día, a pesar de la distancia de esa fecha fatídica, pues de 1492 a la actualidad son muchos años, seguimos luchando con el día  de la raza todos los días y por no dejar que nos sigan conquistando otras culturas por medio de la transculturización que hay por la vorágine de apertura de medios en el incesante bombardeo de culturas de otras partes.

Mare, qué frase, me barrí en home, ya le estoy aprendiendo algo al jefe Martiniano. Pero la pregunta es: ¿quién se tiene la culpa?, ¿gobierno o sociedad? Creo que todos tenemos parte de esta culpa, desde los que se avergüenzan por no querer hablar maya, cuando les debería de dar orgullo porque los mayas se han distinguido por muchas cosas, una de ellas la inteligencia, hasta las familias de mestizaje que no enseñan en sus pláticas diarias lo hermoso de nuestra tierra, donde hoy la gente, los que organizan festivales como el FICMaya, que en término de ponencias hablan mucho del maya, pero hablando de lo artístico los hacen a un lado para darle cabida a lo de fuera, pero ¿por qué sucede esto? ¿Será la reacción a lo que la gente consume?, ¿será por bloff, glamur o estereotipos? Creo que es un xek de todo. Mientras sigamos de macataes aplaudiendo lo de afuera y lo nuestro ponerlo en segundo término, la conquista seguirá más latente que en aquel año de 1492, ¿masinó que sí?