De bicicletas y caballos

Ante los rastros de materia fecal que dejaron los caballos en Paseo de Montejo durante el desfile charro se crearon situaciones de disgusto.

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La bici ruta es un proyecto concebido para establecer un espacio de convivencia para todos los habitantes de Mérida y para todos sus visitantes. Cada domingo, miles de personas conviven en su espacio realizando diferentes actividades, de manera individual o en grupo, la más importante, los recorridos en bicicleta, aunque mucha gente acude también para correr o caminar, muchos de ellos acompañados de sus mascotas, a quienes tratan casi como una persona más, procurando evitar que ensucien el espacio urbano.

El hermoso y emblemático Paseo de Montejo, principal sede de la bici ruta, se convierte todas las mañanas de los domingos en un espacio de encuentro de todas las clases sociales que estructuran nuestra ciudad, todos ellos deseosos de disfrutar de este hermoso entorno y de ayudar a su mejora y conservación.

Todo esto viene a colación porque el pasado domingo, durante el tiempo que ocupa la bici ruta, enmarcado como un evento que formaba parte de los festejos de nuestras Fiestas Patrias, por el aniversario de nuestra Independencia, la bici ruta estuvo acompañada en el Paseo de Montejo por un desfile charro, integrado por caballos y carriolas tiradas también por caballos, con jinetes y acompañantes muy bien vestidos a la usanza mexicana, que se convirtió en una afectación a la bici ruta, las personas que en ella conviven y, especialmente, al Paseo de Montejo, cuando durante el recorrido los equinos comenzaron a dejar rastros de materia fecal, contraviniendo la normativa que obliga a que los caballos que circulan por la vía pública lleven un dispositivo que recoja y almacene las excretas que puedan arrojar los caballos; esto creó situaciones de disgusto entre la gente, especialmente los turistas que percibían una mala imagen de nuestra Mérida.

Ante esto no hay que perder de vista que la ciudad es la casa de todos y debemos mantenerla limpia; haciendo una alegoría, imaginemos que un niño que comienza a caminar está todo el tiempo en movimiento en su casa sin un pañal, defecando donde y cuando su aparato digestivo así lo requiere: la casa sería un corredor de espacios sucios y malolientes. 

Como conclusión, debemos preocuparnos todos por tener una casa limpia, denunciando al que la ensucie.

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