De la literatura fuera del Mérida Fest
Poco se ha comentado de las disciplinas artísticas que deliberadamente han quedado fuera del Mérida Fest 2014.
Mucho se habló en días pasados del escándalo mediático originado por una presentación teatral subida de tono en una comisaría, pero poco se ha comentado de las disciplinas artísticas que deliberadamente han quedado fuera del Mérida Fest 2014, en este caso, la literatura y demás actividades académicas, que no están contempladas en la convocatoria de este año que cerró el 30 de septiembre.
En dicha convocatoria, las disciplinas artísticas que podrían ser acreedoras al apoyo de promoción cultural son danza, música, teatro, artes circenses e interdisciplina. Como vemos, de las 5 áreas de participación 3 son del rubro de las artes escénicas, las otras dos son para música e interdisciplina, lo cual es bastante ambiguo, pero se puede adivinar que será alguna puesta en escena con música o visuales.
Lo anterior nos da una idea de lo que la Dirección de Cultura está buscando para su festival: espectáculos. Dicho simple y llanamente, requieren eventos que por su relumbrón atraigan multitudes en busca de diversión y entretenimiento, lo cual no está mal en lo absoluto, pero si tomamos en cuenta que dicha dirección de la Comuna se supone debe atender todo lo relacionado con la cultura en Mérida, resulta muy grave que disciplinas como literatura, artes visuales y eventos académicos queden fuera del plan de su director, Irving Berlín Villafaña, tal vez mal asesorado por su subdirector artístico, Christian Rivero Ramírez, quien proviene de las artes escénicas, razón que explica la predominancia de esta disciplina en cuanto apoyos y beneficios de la institución en menoscabo de los artistas, escritores y creadores de las demás artes que en esta ocasión han sido ignoradas olímpicamente.
Resulta inexplicable que el director de cultura Berlín Villafaña, siendo académico, escritor y poeta, no haya incluido en su plan de trabajo a la literatura, pues no sólo se trata del Mérida Fest 2014, sino también del desaparecido Fondo Editorial del Ayuntamiento de Mérida, que año tras año instaba a escritores para concursar y ser publicados en dicha colección, cuya convocatoria lamentablemente no fue emitida este año.
En lugar de que la opinión pública y los medios se volcaran a chismes minúsculos y críticas baladíes, deberíamos ocuparnos de los hechos arriba señalados, pues ¿qué puede ser más escandaloso que una ciudad capital sin apoyo a la producción literaria?