De prostitutas, padrotes y clientes
La pregunta es si podemos diseñar un marco regulatorio que proteja la seguridad y el bienestar de las prostitutas voluntarias.
Digamos que en verdad queremos terminar con la trata de personas con fines de explotación sexual, uno de los más infames delitos que se conozca.
Por lo pronto, en el DF lo que hemos visto son “operativos”, que no es lo mismo que una estrategia.
Resumo en unas líneas algunas conclusiones del estudio “Human Trafficking and Regulating Prostitution”, de los economistas Samuel Lee y Petra Persson:
La pregunta es si podemos diseñar un marco regulatorio que proteja la seguridad y el bienestar de las prostitutas voluntarias y reduzca al mínimo las posibilidades para que los tratantes exploten a mujeres y niñas como prostitutas involuntarias. Dicho de otra manera, ¿dada la presencia de los traficantes podemos encontrar una política regulatoria que restaure el resultado que daría el libre mercado en ausencia de los traficantes?
Nuestro análisis teórico de cómo las leyes sobre prostitución afectan al trabajo sexual voluntario y a la trata arroja varias conclusiones claras. En primer lugar: la política óptima es combinar la prostitución regulada con sanciones penales severas a clientes que compran sexo en fuentes y/o lugares no regulados. Esta política es el más eficaz contra la trata, precisamente, porque crea un “puerto seguro” para las o los voluntarios del trabajo sexual y, por lo tanto, drena la demanda que proviene de la trata. En segundo lugar, si el objetivo es abolir la prostitución —ya sea voluntaria o involuntaria— por completo, la política óptima es hacer cumplir sanciones penales severas a todos los clientes. La penalización severa a los clientes es estrictamente superior que penalizar a las prostitutas. Lo primero es más eficaz en la reducción de la trata y viene sin el injusto efecto de castigar a las prostitutas involuntarias. Por otra parte, el hostigamiento contra la prostitución voluntaria puede aumentar el volumen de trata.
Esta es solo una propuesta de dos estudiosos.
Una de muchas.
¿Cuál es nuestro estudio, nuestro diagnóstico, nuestra inteligencia?
¿Queremos acabar con la trata o con la prostitución o con las dos?
¿Hay una estrategia, un plan, o se trata de salir en la tele?
¿Cree el Gobierno del DF que hay una manera sana y segura de ejercer el trabajo sexual voluntario? ¿O todo es trata?
Preguntas simples.
La liga para el estudio: (http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2057299).
Twitter: @puigcarlos