Debate sobre la eutanasia infantil

Los defensores de la medida hicieron frente a los razonamientos de grupos que la tachaban de antiética.

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Existen tres países de la Unión Europea donde la eutanasia se encuentra legalizada: Holanda, Luxemburgo y Bélgica, en este último la eutanasia se practica desde el 2002 y la legislación belga ha definido la eutanasia como “un acto realizado por un tercero, que intencionalmente termina la vida de una persona por el requerimiento de esta misma persona”. La persona tiene que solicitarla por voluntad propia y sin ser forzada, tiene que padecer un sufrimiento insoportable que no necesariamente tiene que ser una enfermedad física o terminal y solicitar la eutanasia de manera repetida y consciente.

La decisión de legalizar la eutanasia estuvo rodeada de múltiples debates, en los que los defensores de la medida hicieron frente a los razonamientos de grupos que la tachaban de antiética y señalaban que los médicos estaban rompiendo con el Juramento Hipocrático en el que se comprometen a preservar la vida de sus pacientes.

La eutanasia legalizada llevó al país de 11 millones de habitantes a un incremento de suicidios legales de 25% en el 2012; la eutanasia sólo representa un 1% del total de fallecimientos anuales, pero la discusión sobre su aplicación todavía genera enconados debates en casos como el de los gemelos Verbessen, que solicitaron y obtuvieron el permiso para su eutanasia, ya que siendo sordos se enteraron a los 45 años que perderían la vista debido a un defecto congénito.

Uno de los casos más polémicos ha sido el del transexual Nathan Verhlest, quien nació como Nancy y, después de ser sometido a una serie de operaciones de reasignación de sexo, solicitó la eutanasia debido a que sus cirugías resultaron un fracaso, generándole secuelas físicas y emocionales que derivaron en un sufrimiento incurable e insoportable, por lo que solicitó y obtuvo el permiso para la eutanasia. Horas antes de morir aseguró sentirse asqueado con los cambios en su cuerpo que lo hacían sentirse un monstruo. La inyección letal se le aplicó el 30 de septiembre de 2012 y detractores de la eutanasia argumentaron que en realIdad éste era un caso para ser tratado por siquiatras y no para que se le aplicara la eutanasia.

Una consecuencia de poner en práctica la medida fue que a partir del 2005 la ley dejó de perseguir a los médicos que practicaban la eutanasia en menores de edad, siempre que cumplieran algunos requisitos; la evolución de la aplicación de estas medidas derivó en el interés de los grupos pro eutanasia por solicitar que se permitiera su aplicación a menores de edad, así el Partido Socialista impulsó la aprobación de una ley que permita la eutanasia a menores siempre que los padres se encuentren de acuerdo con la decisión y los médicos puedan certificar la capacidad de discernimiento del menor.

El borrador del proyecto ya fue aprobado por el parlamento y se espera que su ratificación resulte un mero trámite. Una encuesta señala que el 74% de la población aprueba la medida, una senadora opuesta a la promulgación de la ley asegura que en un principio se habló de incluir a niños con enfermedades mentales y durante los debates se habló de niños con anorexia y niños cansados de la vida. La legisladora se pregunta: ¿qué tan lejos llega esta ley?

Algunos expertos oncólogos belgas han asegurado que en su experiencia los niños y jóvenes con cánceres muy severos no desean morir y que siempre tienen esperanza en lo que podrá pasar al siguiente día; señalan que no han tenido casos en los que estos menores soliciten ponerle fin a su sufrimiento por medio de la eutanasia.

Un voluntario en un pabellón de oncología infantil, cuyo hijo falleció de cáncer a los 8 años, afirmó que los niños ganan en madurez cuando se encuentran gravemente enfermos y que su hijo comenzó a pensar de una forma que no era propia de su edad; asegura que a pesar de que el niño se esfuerce por comprender su situación ello no indica que tenga la suficiente madurez y pueda comprender plenamente la trascendencia de solicitar una medida como la eutanasia.

Los médicos y los legisladores que apoyan la medida enfatizan que no están jugando a ser Dios y que sólo se trata de terminar con vidas que de todas maneras van a terminar. Casos como el del transexual Nathan Verhlest señalan que esto no siempre es como lo afirman; el hecho es que tendrán en sus manos la vida y la muerte de niños y adolescentes. Evidentemente alguien jugará a ser Dios o al menos tendrá en sus manos un poder semejante al de Dios.

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