En el transcurso de nuestras vidas, todos pasamos por momentos difíciles, la pérdida de algún familiar, de un trabajo, de un amigo, de una pareja, de un proyecto. Y por cruda que sea la verdad, tenemos que aprender a vivir con eso. Algunas personas podrán reponerse más rápido que otras y lograrán, si no olvidarlo, sí ponerlo en algún lugar en su mente en el que pueda causarles el menor daño posible. El dolor es probable que no se pierda, pero se vive circunstancialmente con él, en cambio el sufrimiento es algo que sí podemos evitar y controlar si ponemos de nuestra parte. Cada quien vive sus lutos como mejor considere. Te comparto 5 elementos que van a ayudarte en tu proceso para superar tu pérdida:

1.- Aceptación.- El primer paso, las cosas suceden y tienen una explicación científica de lo acontecido. Incluso aquellas que aparentemente sólo cuentan con una explicación “divina”, también analíticamente cuentan con un ¿porqué? No significa que sea bueno, sólo es válido.

2.- Resignación.- Aceptando lo sucedido, tienes que darte cuenta de que no puedes cambiar lo ocurrido, que no existe una máquina que te ayude a retroceder el tiempo y modificar algo de lo que hiciste o de lo que decidiste. Requieres paciencia y conformidad con lo sucedido.

3.- Fortaleza.- No sólo debes, sino también necesitas ser fuerte para soportar el dolor del acontecimiento. Física y mentalmente debes enfocarte a motivar a tu mente para que ayude a hacerte más resistente. Por voluntad propia o con ayuda profesional.

4.- Construcción.- Edifica un plan sobre lo perdido, eso te ayudará a sobreponer con mayor velocidad y entusiasmo tu estado de ánimo. Planea una acción física o espiritual que complemente tus actividades y te apoye en tu fortalecimiento. Enfócate y llévalo al cabo.

5.- Dejar fluir.- Por último sólo debes dejar que las cosas tomen su rumbo y que fluyan conforme a tu trabajo y deseo de superarte. Nada fluye estando estancados o en círculos viciosos. Deja que el universo trabaje y te ayude a lograr tus propósitos trazados en tu vida. Nada es forzado.

Este proceso requiere disciplina y convencimiento de tu parte para poder lograrlo. No son palabras, son acciones que ayudan a soportar pérdidas. No te dejes vencer, pudiera quedar mucho camino por recorrer.