Del enfrentamiento a la colaboración: Blue Flag

Muy lejos quedó el recuerdo del enfrentamiento histórico que por el control político de la ciudad ejerció el segundo alcalde de Cancún...

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Muy lejos quedó el recuerdo del enfrentamiento histórico que por el control político de la ciudad ejerció el segundo alcalde de Cancún, Felipe Amaro Santana contra el gobierno federal, representado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), en las postrimerías de la década de los años setenta, del siglo pasado y que inclusive  se extendió, como medida de presión por parte del organismo descentralizado, a un temporal “abandono” de los servicios de mantenimiento que venía prestando a las playas públicas de este destino turístico. A cerca de cuatro décadas de ese enfrentamiento, la colaboración de los tres órdenes de gobierno ahora es un sello distintivo.

Recientemente con el trabajo conjunto del Gobierno de la República, del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Benito Juárez, en estrategias exitosas como el mantenimiento constante de las playas, Cancún se hace acreedor a seis distinciones Blue Flag (Bandera Azul) un hecho sin precedente que destaca el impulso de las autoridades hacia la industria turística, como motor económico en la entidad y el municipio.

Pero la colaboración institucional no fue una marca de origen de una ciudad que se concibió como un proyecto planificado y financiado por el gobierno federal a fines de los años sesenta, también del siglo pasado. En 1979 El número de empleados del Ayuntamiento local en nómina era de 395 y el presupuesto que recibía el municipio era insuficiente para atender los reclamos de obra pública en una ciudad de crecimiento vertiginoso. El presupuesto que ejercía Fonatur era mayor que el del Ayuntamiento de Benito Juárez y eso le menguaba el ejercicio del poder político al alcalde Amaro Santana, quien no tardó en pretender equilibrar el poder municipal con el federal. Una osadía desde cualquier punto de vista. 

“No teníamos ni un peso para obra pública; para gasto corriente teníamos unos 20 millones de pesos y Fonatur se tenía que hacer cargo del mantenimiento de la Zona Hotelera y también del resto de la ciudad, pero no lo hacía”, expresó lacónicamente el exalcalde a un medio noticioso hace algunos años.  Y esa medición de fuerzas, de haber continuado, probablemente habría marcado el declive y el fracaso de un destino cuyo logotipo, diseñado por el méxico-americano Joe Vera, retoma el simbolismo del sol, arena y mar en sus vibrantes colores primarios, rojo, amarillo y azul, encerrados en un círculo fulgurante que nos remite al icónico juego de pelota de nuestros ancestros mayas.  

La distinción Blue Flag, que recibirá Cancún de organismos internacionales comprometidos con el medio ambiente a fines de junio del presente año y que certifica la calidad de nuestras playas (Las Perlas, Chac Mool y Delfines, por segunda ocasión, y por primera vez para los balnearios Ballenas, Marlín y El Niño en Puerto Juárez)  es el resultado del trabajo y colaboración de los tres órdenes de gobierno, lo que permitió acreditar los 33 criterios de calidad que se evalúan para otorgar la certificación internacional. ¡Enhorabuena! 

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