Denuncias de a mentiritas
La denuncia por enriquecimiento ilícito presentada por regidores capitalinos del PAN y Morena...
La denuncia por enriquecimiento ilícito presentada por regidores capitalinos del PAN y Morena en contra del ex secretario general Jorge Aguilar Cheluja, no le quita el sueño al protegido del ex alcalde priista Eduardo Espinosa Abuxapqui, pues huele a pantomima.
Porque ante la falta de elementos o voluntad del gobierno municipal que encabeza Luis Torres Llanes para proceder penalmente contra el ex alcalde Abuxapqui y su niño consentido, los regidores decidieron emprender sus propias demandas para acallar las críticas de que el Ayuntamiento no está haciendo nada para llamar a cuentas a estos funcionarios que dejaron un cochinero en la comuna.
Hurgando en los archivos del municipio, los concejales encontraron algunas compras y ventas irregulares de propiedades por parte de Jorge Aguilar Cheluja, y también hallaron 35 nuevas propiedades de Eduardo Espinosa Abuxapqui, elementos que utilizaron para presentar una denuncia por enriquecimiento ilícito, ya que según ellos el sueldo de este para de ex servidores públicos no coincide con sus riquezas.
Pero estas acusaciones serán muy difíciles de demostrar ante un juez, pues como cualquier abogado sabe, existen mil recursos para sacudirse estas denuncias, sobre todo porque Abuxapqui ha ocupado posiciones de poder y ambos tienen negocios particulares que podrían utilizar a su favor.
De hecho, en nuestro sistema de justicia es muy raro que una demanda por enriquecimiento ilícito concluya en sanción o cárcel, y esto lo saben muy bien los regidores, o tendrían que estar enterados porque la ignorancia no vale como excusa.
De ir en serio, las denuncias tendrían que ser presentadas por el gobierno municipal y por delitos más contundentes, como peculado, desvío de recursos públicos, conflictos de intereses y tráfico de influencias, pero la tesorera del Ayuntamiento, María Luisa Alcérreca Manzanero, prácticamente exoneró al ex alcalde y a su ahijado político, al asegurar en conferencia de prensa que “se blindaron muy bien”.
Así las cosas, las demandas en contra de Abuxapqui y Cheluja son nada más una llamarada de petate, un golpe mediático que abona al desprestigio de estos desacreditados priistas, pero que no desembocará en una sanción legal contundente.
A este par de priistas chetumaleños le duele la condena pública, y difícilmente en el corto plazo podrán aspirar a una posición política. Pero el tiempo es la mejor medicina.