Dermatología y merengue

La piel dominicana es predominantemente morena producto del mestizaje en el que los mulatos son mayoría.

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El merengue no sólo es un elemento de repostería, sino también un estilo musical muy incitador al baile que identifica a una nación antillana: República Dominicana, llamada también Quisqueya, que ocupa las dos terceras partes orientales de la Isla “La Española” que comparte con Haití; su capital Santo Domingo pero sobre todo sus paradisiacos centros turísticos son una muestra  del esfuerzo económico que ahí se  realiza para salir  de la pobreza, tan arraigada en los países caribeños. 

República Dominicana debe su nombre a la gran actividad realizada por la congregación de los dominicos. 

En este país se estableció el primer asentamiento español de América, la primera catedral y obispado y el primer virreinato; sus pobladores nativos, los taínos, prácticamente desaparecieron a causa de las enfermedades que trajeron los españoles  y de las guerras, por lo que la isla tuvo que ser repoblada con esclavos africanos cuyas características antropomórficas son las que predominan en la actualidad: cuerpos espigados y atléticos, los femeninos con notorias y bien estructuradas prominencias, lo que explica que a Juan Luis Guerra se le suba la bilirrubina, y los esbeltos masculinos porque son tan destacados en el deporte nacional: el beisbol, siendo el país después de los Estados Unidos que más jugadores provee a las ligas mayores; San Pedro de Macorís  es la región de donde son originarios muchos de ellos, aunque su equipo  regional “Las estrellas orientales” no haya  ganado el campeonato nacional desde hace 45 años, quizá porque sus mejores jugadores emigran a los Estados Unidos.                                                                                                          

La piel dominicana es predominantemente  morena  producto del mestizaje  en el que los mulatos son mayoría y hablan un español con ese característico ritmo caribeño devorador de consonantes.                   

En Santo Domingo desde 1966 funciona el Instituto de Dermatología y Cirugía de Piel “Dr. Huberto Bogaert Díaz”, quien fue su fundador y promotor;  es un modelo de atención a las enfermedades de la piel con subsedes en el interior del país. 

Este instituto atiende a más de 800 pacientes al día, brindando todos los servicios dermatológicos: cirugía, dermatopatología, cosmiatría, micología, etc. Es el organismo ejecutor  del patronato de lucha contra la lepra, institución privada sin fines de lucro, que colabora en la lucha anti leprosa y estimula el estudio de las enfermedades dermatológicas y venéreas en el país. 

Su actividad no sólo es asistencial sino también de investigación y de enseñanza, en la que se forman dermatólogos dominicanos y extranjeros con un alto nivel académico; edita una revista y periódicamente realiza un congreso  con participación internacional; pese a las carencias propias de la región, este instituto desarrolla una actividad dermatológica verdaderamente ejemplar.

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