En forma por demás reiterada he escrito sobre el  tema de desechos sólidos municipales. Parece que el Sr. Vila no lee Milenio  y nadie le comenta o quizá  es tema intrascendente y no para tomarlo en cuenta.

¿Qué opina usted lector?

Estaciones de transferencia para desechos sólidos  municipales:

Esta modalidad en el servicio  de recolección y traslado  de desechos al sitio de disposición final o a las plantas  de separación y recuperación es usual en las ciudades cuya generación excede las 50 toneladas; Mérida rebasa con mucho esta cifra.

Consiste en un terreno habilitado en los núcleos de mayor densidad poblacional de la ciudad, con  entrada para camiones recolectores,  rampa para descarga por gravedad, las necesarias cajas móviles para recibir desechos y un tractor  que sitúa una caja vacía en el lugar de la llena y transporta la segunda al confinamiento o  planta separadora y recuperadora de desechos.

Los camiones recolectores podrán dar tantas vueltas a depositar los desechos recolectados de acuerdo con la necesidad, sin tener que desplazarse cada vez que se llenan al confinamiento o a la planta procesadora, a decenas de kilómetros, con el costo de combustibles correspondiente, desgaste de las unidades, contaminación de la ciudad con olores y residuos que se les van cayendo y jugos (lixiviados) que se generan con la compactación en los camiones y van dejando a su paso por las calles, sin olvidar lo más importante: el tiempo.

Todo esto va en detrimento de la calidad del servicio y el encarecimiento del mismo. Dinero que al fin de cuentas sale de los contribuyentes.

Conozco el tema y  me extraña que las autoridades municipales no hayan implementado este servicio ni frenen el desperdicio de recursos con recorridos innecesarios, generando contaminación y despreciando las enormes ganancias que puedan obtener con la recuperación, seleccionando los  desechos.