Despedida a Momo entre baches

Cada día observo más hoyos en las calles y cómo van creciendo, pero no veo a las cuadrillas trabajando para cubrirlos.

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Muy bien, ya terminó el Carnaval de Mérida. Lo bueno: la decisión de mantenerlo en X’matkuil a pesar de las críticas;  lo malo: el supuesto Carnaval alterno que, además del congestionamiento vial (uno de los principales motivos por los que agradecimos el cambio de sede), a pesar de que sus asistentes no fueron tantos como pregonaron, sólo causó problemas de vialidad y dañó plantas.

Lo que sigue serán las cuentas claras. En verdad estoy extrañada de que el municipio de Mérida, que se ha caracterizado por la puesta en marcha de grandes campañas de promoción, de verdad haya dejado para lo último el cambio del derrotero y otras cuestiones más de política interna de sus militantes, lo cual les dio un buen susto en el primer día de las fiestas a Momo. Sí, hay que pedir cuentas, y mejor aún presentarlas a la sociedad.

Por cierto aquí seguimos señalando los baches que siguen consumiendo las calles de Mérida, sin importar si son colonias del norte, sur, oriente, poniente o centro. Cada día observo más hoyos en las calles y cómo van creciendo, pero no veo a las cuadrillas trabajando para cubrirlos. Ah y  los que dicen que un bache no sale en el mismo lugar que el ya tapado deberían de revisar el trabajo de bacheo que se está haciendo.

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