Las dos Méridas y Nueva York
Todas las ciudades se dividen por un orden socioeconómico, es decir, por su nivel de ingreso y crecen casi siempre por puntos cardinales.
La percepción que se tiene de un alcalde es la de un proveedor de servicios como luz, bacheo de calles, basura, parques y jardines, etc., pero hay un papel que pasa inadvertido y que tiene un gran impacto en la economía: el uso de suelo.
Me explico: todas las ciudades se dividen por un orden socioeconómico, es decir, por su nivel de ingreso y crecen casi siempre por puntos cardinales; en Mérida, zona norte de alto ingreso; zona sur de bajo ingreso, y zonas oriente y poniente de ingreso medio. Así también, la naturaleza de las pymes obedece a este orden: la concentración de pequeñas tiendas de la esquina y servicios artesanales es más densa en el sur que en el norte.
Los habitantes de las dos Méridas reaccionan diferente ante ciertos eventos, mientras en el norte desean tener una tienda de conveniencia cerca, los del sur tienen miedo de que suceda eso; es ahí donde la política entra para corregir la desigualdad del mercado. No puede haber crecimiento social sin crecimiento económico y no puede haber crecimiento económico sin entender el mercado.
¿Sabían que en Nueva York no permiten wallmart y tampoco en zonas de Dallas y en varios municipios de California? La razón es simple: permitirlo no sólo destruiría el tejido empresarial familiar que tiene un impacto positivo en la economía de las zonas, sino que eliminaría el atractivo turístico local con construcciones modernas y de vanguardia ¿Sabían que en el norte de Mérida, en Monte Albán, por quejas de los vecinos no autorizaron un wallmart? La razón también fue simple: los vecinos tenían la capacidad de organizarse, tiempo y recursos publicitarios.
La realidad es que muchos permisos se dan a ciegas, sin importar la naturaleza de la ocupación de la zona, sugiero por ello que se determinen zonas vulnerables a ciertos formatos de comercio para negar o limitar su expansión mediante estudio de impacto socioeconómico realizado por expertos que valoren el beneficio o perjuicio a la salud económica de la zona y así el Cabildo lo autorice con sentido social.
Desgraciadamente las grandes cadenas internacionales creen más en países con legislaciones débiles o donde las empresas locales no cuentan con acuerdos de proveedores globales y financieras que les permiten ventajas competitivas.
La política tiene su encuentro también en el uso de suelo; en Valladolid, en la Cámara de Comercio, me encontré con decenas de comerciantes pequeños, frustrados por el establecimiento de negocios con precios que jamás podrían igualar.