El gobierno necesitó más de 20 páginas para justificar dos párrafos. Porque hasta hoy, vale la pena recordarlo, la iniciativa de reforma energética es eso: dos nuevos párrafos en los artículos 27 y 28 constitucionales. 

Esa es la dimensión de la apuesta. Lo que se juegan el Presidente y su equipo con la reforma. Por eso es que en la semana los hemos visto actuar con precisión, sin distracciones. Hay un guión y todos se disciplinan. El Presidente ha utilizado cada una de sus presentaciones públicas para hablar del tema; secretarios y otros funcionarios se han dividido tareas de vocería. 

Ha sido su semana y creo que le ha ido bien. Domina su agenda, y el lunes, cuando el PRD presente su iniciativa, lo tendrá que hacer refiriéndose a lo dicho por el gobierno. 

Solo el tiempo dirá si fue acertado agregar a esos dos simples párrafos, en todos los discursos y entrevistas, los específicos que propondrán en la reforma de las legislaciones secundarias, que para los tiempos de nuestro Congreso están lejos. 

Imagino que la propuesta de contratos de utilidad compartida es un guiño al PRD para que vote la constitucional, con la esperanza que en los específicos de la reglamentaria se pueda hacer una redacción que sea atractiva a inversionistas. La estrategia ha adelantado un debate y ha levantado algunas dudas y nuevas expectativas en los mercados.

Al debate energético se ha sumado la agitación de la disidencia magisterial por la presentación de las leyes reglamentarias a la reforma educativa. Es de esperarse que la movilización que paralizó ayer Paseo de la Reforma e Insurgentes haga hasta lo imposible por juntarse con la que ha sido convocada para el 8 de septiembre por López Obrador. Y a ese coctel se sumará la propuesta de reforma hacendaria que, por lo que se anticipa, no será, como en tantas otras ocasiones, algo así como una nueva miscelánea.  

Reformas educativa, energética, en telecomunicaciones, electoral y hacendaria. En un año. Se podrán debatir los contenidos de cada reforma, sus méritos o sus defectos, pero habrá que reconocer que hay un plan y que se ejecuta. 

Y la hoja de ruta tendrá en las próximas semanas, un par de meses, sus momentos más importantes.