Dos temas: matas y basura
Llaman la atención del arribafirmante, los dos ocurridos la semana que recién terminó.
Dos temas –como se indica en el título- llaman la atención del arribafirmante, los dos ocurridos la semana que recién terminó:
• Las matas del Paseo de Montejo. Dice el subdirector de Ecología del Ayuntamiento, Elgar Pech y Canul (Milenio Novedades, 3 de febrero), que cada año les han caído a machetazos a algunas matas de Montejo porque tienen la virtud de que fácilmente retoñan. Independientemente de que sea verdad esa afirmación –yo no he visto en otras vísperas de Carnaval ese ataque a las plantas-, suena a insensible y parece poco afortunado que sea un encargado de preservar el medio ambiente y la vida quien así se exprese. Como son plantas fuertes y vigorosas, se les puede dar en la ma…ceta. Total, al rato ya retoñaron. Por cosas como esas es que he sostenido que la celebración de la farsa debe mudarse de lugar, a donde no dañe la vida ni afecte la cotidianidad de una urbe ya de por sí con serios problemas de tránsito y contaminación y a una avenida donde hay grandes planes de mejora.
• La basura. Sana –la recolectora consentida del panismo gobernante en Mérida- se empeña en ganarse la animadversión de sus “clientes a fuerzas”. Ya de por sí fue poco transparente –aunque sus defensores digan lo contrario- la asignación de 50,000 predios a la concesionaria como para que ahora nos salgan con que sube a $50 el cobro y, además, con serias restricciones. Ese eufemismo del “ajuste” cae mal, aunque haya sido aprobado desde los albores de la Humanidad: aumenta y punto. ¿Qué va a hacer uno si tiene tres bolsas de desperdicios, las guarda en el refri, las lleva a tirar a las puertas de la Comuna, se las manda al alcalde y sus directores por paquetería? Sana es más bien insana.