Hace meses, cuando se anunció el Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018, el CEO de una desarrolladora mexicana decía: “Tenemos que prepararnos rápido porque en cualquier momento desembarcan los españoles de Dragados y ésos sí que son muy poderosos a donde llegan”.

Dragados es la rama de ingeniería civil e infraestructura del consorcio español ACS, presidido por Florentino Pérez. Es una de las empresas más activas del mundo en concesiones y licitaciones internacionales. Actualmente tienen 160 mil empleados a cargo de megaproyectos en 68 países. Solo 14 por ciento de sus ingresos provienen de España.

ACS lidera el ranking de la revista Engineering News-Record como el grupo de construcción e ingeniería con el mayor negocio internacional del mundo. Actualmente la empresa factura 44 mil millones de euros. Siempre ostenta ser el mayor contratista de concesiones en colaboración público-privada en el mundo. Justo este modelo comienza a imponerse en México.

Entre sus obras más sonadas: la construcción de parte del tren de Medina a la Meca, la presa Calaveras en California, la autoroute 30 a Montreal y el dique flotante más grande del mundo en Mónaco. Fueron los autores del aeropuerto internacional de Barajas y por eso no pocos desarrolladores locales afirman que una de sus apuestas de arranque sea presentarse para la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.

Hace un año, Florentino Pérez (también preside el Real Madrid) le prometió al presidente Peña Nieto hacer millonarias inversiones en el país.

El mes pasado, Pérez tomó la decisión de unificar bajo la marca Avanzia todos sus negocios energéticos en el país (que facturan 2 mil 300 mdd) y que operaban bajo diferentes marcas, aunque las principales era de Dragados Offshore y Cobra, proveedores de Pemex. Como presidente del Consejo de Administración nombró al ex ministro de Hacienda (presidente de Telefónica de México), Francisco Gil Díaz.

En el mismo edificio donde hoy opera Avanzia en Polanco se están adecuando algunos pisos para preparar el desembarco de Dragados México. Si bien la marca lleva 15 años en el país, su presencia ha sido solo en el negocio industrial y energético.

Ahora buscan más importunidades en grandes obras públicas (puentes, túneles, carreteras) y en concesiones.