Echándole los perros a Videgaray

Mi pequeña bestezuela nomás ve a Videgaray en la tele y se me pone mal a fuerza de fieros ladridos.

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Veo a los perros muy muinos. Como que por alguna razón antipatriótica no comprenden que la dieta involuntaria a la que están sometidos es por el bien del país y nomás no les entran los ajustes a la economía ni los discursos cursis que prometen un 2014 lleno de dicha y placer.

Mi pequeña bestezuela nomás ve a Videgaray en la tele y se me pone mal a fuerza de fieros ladridos, igual que cuando aparece la iniciativa privada hablando de la reforma hacendaria como si fueran parte del Protocolo (¿proctólogo?) de Kioto.

Ellos, los canes, lo que quieren es comer cuando menos unas rayas arribita de la ingesta vegana. No saben de acuerdos políticos en lo oscurito ni de cómo la izquierda chuchística palomeó todo sin leer las letras chiquitas donde, afirman, se esconde el diablo, como si no supiéramos que los demonios andan sueltos y nomás no hay manera que los agarren los granaderos magos como a los del CNTE. Oigan, qué gacho que me agarraran dormidos a los del plantón y peor que festejaran el hecho como si fuera la heroica toma de Zacatecas.

Ese Mancera, al que podemos recordar por películas como Dumb & Dumber con Bejarano y Me agarraron en el Heaven al estilo americano, lo conmueven igual las luchas sociales que los usuarios del Metro. Me extraña que no hubiera hecho una encuesta para justificar el apañón. Digo, no es que los maestros tengan la popularidad de la rosca de Reyes de gorra, pero me parece poco civilizado que me los hayan tratado de manera tan michoacanizante.

¿Nadie le avisó a las autoridades que no había muchos luchadores sociales porque estaban en las interminables filas para actualizar sus credenciales del IFE o habían ido a protestar a la Profeco por fiscalizar a las casas de empeño y al Monte de Piedad que dicen que se están comportando cual agiotistas de película de Pepe El Toro.

Con la molestia genuina de no poder empeñar el refri para ayudarse a pasar la cuesta de enero? Ni modo que Gamboa Patrón, que anda tan optimista con 4% de crecimiento que promete el PRIcámbrico temprano, le preste al pignorante. 

No se vale, ahora los muy ahorcados que, además van a tener que enfrentar el ominoso monstruo hacendario peñista nada leninista, irán con Mancera a pedir chamba. Si a la mil veces candidata presidencial Patricia Mercado le dio chamba de secretaria del Trabajo, entonces hasta yo podría tener chance de entrar en el gabinete para que mi mascota alcance la chuleta. 

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