Economía peninsular: lo que viene en 2016

La devaluación en México se debe a que los grandes capitales están abandonando los países del tercer mundo porque sus expectativas de crecimiento económico son bajas.

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México tiene como fuente principal de recursos los impuestos y el ingreso petrolero. Los gastos son principalmente en infraestructura (carreteras, construcción de escuelas y hospitales, obras de electricidad y agua, etc.) y gasto corriente: nóminas, papelería de oficina, gasolina, etc.

Ante la caída petrolera, se recortó fuertemente el gasto en infraestructura y poco en gasto corriente, pero repuntó mucho la recaudación fiscal, principalmente IVA e ISR. De no haber recortado el gasto hubiera ocurrido un colapso y una devaluación mayor.

El mundo está en crisis moderada: China estancada, Europa no termina de superar la crisis de 2008 y Latinoamérica y Africa, que dependían de sus exportaciones de materias primas principalmente a China, están mal. México está mejor, porque las exportaciones no petroleras van a Estados Unidos y están mejorando, no para igualar la pérdida del ingreso petrolero pero hoy exportamos a ese país más productos y servicios que petróleo. No espero una devaluación mayor en 2016, ni que el precio del petróleo baje más, el verdadero reto de México es:

1. Que el gobierno tenga un superávit fiscal, es decir, que los ingresos sean iguales o mayores que el gasto; 2. Que el gasto sea más en infraestructura que en gasto corriente.

Los países de primer mundo no son los que tienen más pib per cápita, ni los que tienen más recursos petroleros, ni las mejores democracias, sino los que tienen en reservas el suficiente dinero para soportar el crédito de empresas, gobiernos y personas.

La devaluación en México y otros países se debe a que los grandes capitales están abandonando los países del tercer mundo porque sus expectativas de crecimiento económico son bajas y en EU no es así.

Si México logra un superávit público va a ser señal de excedente que puede utilizarse para invertir en infraestructura y prestar a bancos para que el crédito fluya y con éste el consumo; este equilibrio entre superávit público y reservas de dinero es lo que hace a un país de primer mundo.

En Quintana Roo se ha hecho bien la tarea, tiene una tasa de empleo de las más altas del país, el mercado inmobiliario está creciendo y el Gobierno del Estado ya empezó a bajar la deuda en casi 2 mil millones.

En Yucatán, como decía don Raúl Casares G Cantón, hay que ponerle una estatua a Quintana Roo: la dependencia del consumo turístico y de construcción ha hecho repuntar la economía de Yucatán y este año se consolidará con la Cervecería Yucateca y habrá moderado crecimiento económico.

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