Para empezar les deseo lo mejor para este 2015 aunque no creo lograrlo. Sobre todo les deseo que se agarren muy fuerte pues va a ser una verdadera montaña rusa de emociones (casi ninguna agradable ni hilarante, más bien terroríficas). Ya para empezar el año nuestro adoradísimo Gobierno Federal (por cierto: y mis trenes?..) nos regala de año nuevo toda una retahíla de incrementos fiscales y a la gasolina. Nada de soluciones ni alivios ni ninguna explicación a los escándalos. El festín de los grandes sigue porque saben que este período es como un buen buffet que se percata que los comensales están “empatando” el desayuno con la comida pues los van a correr del restaurante en el 2018 y no creo que regresen en un buen rato. La izquierda sigue enlodada en su auto contemplación narcisista y la derecha en medio de un luto autoimpuesto por un muerto inexistente. Mientras tanto, las hienas del extremismo andan ya rondando y salivan con el vacío de poder que saben se está generando.

En el mundo veremos otros portentos como a un Putin con el rabo entre las patas porque por andar jugando a la URSS le cortaron la luz y el agua y su economía ya está arruinada. Ya habla de la “responsabilidad histórica de Estados Unidos Y Rusia para preservar la paz” mientras él la puso en jaque y hasta ocasiona el derribo de una aeronave comercial por sus irresponsabilidades. Europa muy lentamente saliendo de la crisis, España empezando a despuntar pero todo indica que se está acercando un problema mucho peor; hasta ahora han sido economías de “segunda” como España o Grecia las del problema, pero se despiertan indicios de que la que caerá este año es Francia, que con su enorme tamaño y su poder, arrastrará hasta a la misma Alemania al banquillo de los arruinados.

De este lado de la tierra tenemos a una América Latina que intentó jugar a las Grandes Ligas y está terminando lentamente desmembrada por la inmadurez de sus propuestas y de sus alianzas ridículas. Venezuela rápidamente encaminándose a una tragedia inexorable, envuelta en luchas internas y dominada por los peores déspotas de su historia, con los precios del petróleo en los peores niveles de la década ya no tienen  dinero para seguir tirándole monedas a los pobres y éstos empezarán a percatase que lo que necesitaban no eran  monedas sino empleos y superación, el mismo trágico fin de todos los experimentos sociales de ultraizquierda. Mientras, los pobres cubanitos irán abandonando a Caracas pues se murió la gallina de los huevos de oro y sueñan con que ahora sea el Tío Sam el que les va a suministrar el papel higiénico que endémicamente falta en los revolucionarios y patriotas retretes de la islita. En fin queridos lectores: este 2015 será como ir al box pero sin cuerdas, los peleadores caerán encima de algunos y todos estaremos salpicados y con uno que otro diente menos. Amaos unos a otros, no queda más.