¿El Aeropuerto Internacional Carlos Slim?
La pregunta para Enrique Peña Nieto es si está dispuesto a darle el mayor proyecto de infraestructura de su sexenio a uno de los hombres más ricos del mundo.
El hombre más rico del mundo quiere hacer el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
Quiere la que sería la obra de infraestructura más grande y cara del sexenio.
Tanto lo quiere que ya se gastó mucho dinero en que el multipremiado arquitecto británico Norman Foster, a sus 79 años, se asociara con su joven yerno, el arquitecto Fernando Romero.
La primera presentación ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y otros personajes del primer círculo del presidente Enrique Peña Nieto fue, dicen quienes la vieron, espectacular, carísima, que implicó ensayos de varios días en una suite del Camino Real durante la penúltima semana de abril pasado.
Ayer en la tarde MILENIO Digital dio a conocer fotografías del proyecto.
Los nombres de los despachos de arquitectura invitados a participar en el diseño del nuevo aeropuerto fue revelado en abril por la revista ArchDaily, que decía: “ZahaHadid, Norman Foster y Richard Rogers se encuentran entre siete despachos internacionales invitados a competir por una expansión de 5 mil hectáreas que espera ‘aliviar la congestión severa’ en el aeropuerto de la Ciudad de México.
A cada equipo liderado por empresas mexicanas, y que también incluyen SOM, Gensler, Pascall + Watson y Teodoro González de León con el Taller de Arquitectura X, se le ha pedido vislumbrar una expansión por etapas de 70 puertas, capaz de albergar 40 millones de pasajeros al año. Un esquema de plan maestro ha sido proporcionado por Arup (firma consultora internacional de ingeniería y diseño).
La finalización de las primeras fases está prevista tentativamente para el 2018”.
Es reconocido en el mundo el talento de Fernando Romero. Hizo el Museo Soumaya y la Plaza Mariana, por ejemplo. Sin embargo, su suegro tiene una constructora que cada vez hace más obra pública —es parte del consorcio de Línea 12. Su suegro es el dueño de Telcel y Telmex. Las empresas de su suegro han sido declaradas como preponderantes. Su suegro es... el ingeniero Slim.
Por eso, la pregunta para Enrique Peña Nieto es si está dispuesto a darle el mayor proyecto de infraestructura de su sexenio, uno que ni siquiera podrá inaugurar completo, al hombre más rico de México, uno de los más ricos del mundo.