El campo, un gigante dormido

Se debe ofrecer oportunidades y no demagogia.

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La forestería, agricultura y ganadería pueden enriquecer la economía del estado, ofrecer mano de obra a los sectores rural y urbano; además, reactivar empresas agroindustriales; por ello, ésta demanda y necesidad requiere de una urgente acción de gobierno que rescate las innumerables superficies ociosas producto de programas anteriores fallidos. Es importante ofrecer oportunidades y no demagogia.

 
Por tanto, es de urgente necesidad hacer un verdadero censo estatal que muestre primero la verdad y luego sirva para tomar decisiones.
 
Se requiere un programa de carácter social que no victimice a los productores, sino por el contrario, les facilite la producción mediante proyectos de mercado y potencialidades.
 
Los productores agrícolas, ganaderos y forestales del área de Nicolás Bravo se han juntado para proponerle al gobierno un proyecto viable de compromiso mutuo, consistente en el equipamiento para hacer producir áreas compactas de antiguas milpas para evitar la deforestación y optimizar el uso de maquinaria pesada y los esfuerzos de la mano de obra. Habrá que oírlos. Ellos dicen que este programa también daría origen a nuevos proyectos en el medio rural donde jóvenes profesionistas podrán producir lo que necesiten los beneficiarios de un programa de mecanización.
Requieren para el área al menos 10 tractores de oruga D7R equipados con cuchilla frontal y rastra pesada para los trabajos en rescate de 50 mil hectáreas de tierras ociosas susceptibles a mecanizar.
 
Ello conllevaría también un trabajo de reforestación en la periferia del área rescatada con un mínimo de 100 árboles por hectárea, que daría como resultado una reforestación histórica de al menos cinco millones de arbolitos (adicionales a los programas de la Conafor).
 
Por tanto, plantean el establecimiento de invernaderos en los ejidos susceptibles del programa. Conafor tiene un plan de reforestación con plantas de viveros en ecosistemas tropicales adecuado a esas necesidades.
 
Se demuestra con números reales la efectiva y debida inversión para la deseada recuperación de tierras productivas sin que se lesione por esto la economía del estado. Con la maquinaria pesada se podrán construir en terrenos bajos dos mil jagüeyes u ollas de captación de agua de lluvia para el suministro al ganado, o riego de auxilio, y fumigación en los cultivos.
 
La aplicación de este anteproyecto beneficiará en forma directa a 20 mil productores, e indirectamente a 100 mil personas, aproximadamente.
 
Estas acciones, convertidas en políticas públicas, darán como resultado, sin duda, un desarrollo pleno en un estado que aún tiene muchas esperanzas y muchos recursos. Solo hay que saber escuchar.

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