El Castillo de Kukulcán (4)

Luego de 43 años, las escalinatas del costado poniente de la pirámide fueron intervenidas.

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Continuando con la tarea de redrojear archivos, y cofres abandonados por allí, vemos que las labores de conservación en el Castillo de Chichén Itzá se realizaron hasta el año de1980.  

En los años de 1993 y 1997, después de más de una década, Lawrence G. Desmond, realizó una prospección por  medio de un radar de penetración y la aplicación de resistencias eléctricas en los alrededores del Castillo. 

Esta labor derivó en el hallazgo de una subestructura en el costado oeste. La aplicación del radar de penetración permite identificar anomalías en el subsuelo sin tener que realizar excavaciones.

Finalmente, se encuentran estructuras en forma de basamentos con muros de recubrimiento bien definidos, pisos originales elaborados con estuco, dispuestos de tal manera que revelan una serie de ampliaciones hasta conformar una nivelación como la que observamos hoy donde se desplanta el Castillo.

A finales de 2010, se cubrieron las exploraciones que estaban expuestas en el costado poniente, y en este mismo año se realizó un diagnóstico del estado de conservación que guardaban el Juego de Pelota, el Castillo, el Templo de los Guerreros, el Tzompantli, la Plataformas de Venus y la Plataforma de Aguilas y Jaguares. 

El Consejo de Arqueología y la Coordinación Nacional de Arqueología convocan a un  grupo de arqueólogos especializados en conservación para realizar el diagnóstico de los edificios y un programa de restauración y mantenimiento en estos edificios que encuentran en la Gran Nivelación. 

En la temporada del año 2011 se realizó el sellado de las huelas de la escalinata Poniente del Castillo, después de cuarenta y tres años de no haber sido intervenido.

En 2012, se reanudan las labores de conservación, pues, con el paso de los años, se ha filtrado mucha humedad al interior de la subestructura en donde se encuentra el jaguar rojo y, por otro lado, esa misma humedad ha estado degradando la estructura misma del Castillo, lo que fue evidente con la pérdida de la verticalidad de los taludes y al empobrecimiento del mortero que conforma el mismo edificio, entre otros factores de deterioro.

Por eso, se restauran las entrecalles de cada uno de los nueve cuerpos, se sellan las huellas de las escalinatas del costado norte, se aplica pisos de sacrificio en el basamento en donde se desplanta el Templo Superior.

El techo del Templo Superior del Castillo presentaba fisuras y grietas con dimensiones de 2 cm a 40 cm de ancho en toda su superficie. Pero con estas labores, se logró estabilizar este importante edificio de los yucatecos y de la humanidad.

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