El Cedral: más que una fiesta

La fiesta popular de Cozumel se convertirá en el escenario para resolver conflictos, pactar asuntos coyunturales y tratar de negociar el futuro.

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La importancia turística de Cozumel no está en duda. Para ejemplificar, los datos duros convienen: entre enero y marzo atracaron 332 cruceros en los tres muelles, donde desembarcaron aproximadamente un millón 330 mil visitantes, incluidos tripulantes y pasajeros, quienes generaron una derrama económica calculada en más de 106 millones de dólares.

Para este año esperan 954 cruceros, 46 más que en 2012. Solo en la tercera semana de abril podrían llegar 20. En total serían 2.8 millones de visitantes en 2013.
Impresionante, porque la isla tiene poco más de 100 mil habitantes.

Vía aérea, el año pasado el Aeropuerto Internacional movió a 454 mil pasajeros, es decir, 3 mil más que en 2011. Este año sería similar. Para “aterrizar” la importancia, basta decir que desde la capital del país en dos horas y media ya se puede estar descansando en uno de sus hoteles. O sea, dos horas de vuelo y menos de 30 minutos para chequear ingreso, pues los recintos de hospedaje están cerca si se considera que la extensión es de solo 48 kilómetros, de norte a sur, y de apenas 14 de este a oeste.

A ello se suman los importantes torneos deportivos como el Ironman o el Grand Prix Fina, de estos días; los sitios vírgenes para la recreación y el esparcimiento, así como parques ecoturísticos y las innumerables bellezas naturales.

Su importancia política tampoco debe minimizarse. Los dos gobernadores Félix González Canto (2005-2011) y Roberto Borge (en funciones) son isleños. Por obvias razones, también quienes han sido sus colaboradores más cercanos.

En ese rincón de México se han tomado decisiones clave para el desarrollo político electoral de Quintana Roo y, por supuesto, algunas de México. No olvidemos que el secretario federal de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, es oriundo del lugar.

Por ejemplo, allí descansan de vez en cuando los presidentes de la República. Felipe Calderón Hinojosa solía reposar en la famosa Quinta Maya, gusto que repite Enrique Peña Nieto.

Tiene además una importancia geopolítica por ser el punto más oriental del país y frontera con el Caribe. Pedro Joaquín fue embajador en Cuba precisamente por esa cercanía geográfica y sociocultural.

En fin, la política es tema cotidiano.

Lo que pocos saben o reconocen es su importancia cultural.
El mejor testimonio en esta materia es la cultura Maya, civilización que construyó numerosos vestigios arqueológicos en toda la superficie. Hablamos, por ejemplo, de San Gervasio y todas sus estructuras.

El carnaval de Cozumel ha marcado pauta en el sureste y compite con el de Veracruz en liderazgo.

Pero la fiesta de El Cedral es, sin duda, la principal de la isla y una de las más importantes en la Península de Yucatán. Ubicado en la periferia, el sitio maya El Cedral fue descubierto por los españoles el 3 de mayo de 1518. Ahora es un pintoresco pueblito aun cuando alguna vez fue lugar para adorar a dioses.

En la fiesta, que data de 1848 y este año será celebrada del 26 al 5 de mayo, se desarrollan actividades de todo tipo.

El Gobierno del Estado, el Gobierno municipal y el Ejido Villa Cozumel acaban de reportarse listos para la máxima celebración. El presidente municipal Aurelio Joaquín González anunció la participación de OV7, Reik, Los Tucanes de Tijuana y Alex Lora, así como diversas expresiones artísticas y deportivas, entre estas lucha libre, carrera de caballos y corridas de toros. Además motivó a los cozumeleños a mantener vivas estas tradiciones que trascienden Cozumel, Quintana Roo y México, para consolidar la relevancia cultural.

Poco falta para El Cedral y ya se siente el ambiente festivo. Muchos quintanarroenses solicitan permiso laboral para participar en el festejo, que este año conjugará, además de los ámbitos turístico y cultural, al político, por ser año electoral.

Este mes El Cedral será el mejor escaparate para quienes aspiran a un cargo –sobre todo para priistas- y se convertirá en el escenario propicio para resolver conflictos, pactar asuntos coyunturales y tratar de negociar el futuro.

Así las cosas, durante los próximos días en esta “joya” del Caribe podría tomar forma el futuro de Quintana Roo.

DESORBITADO…

El presidente municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña, perdió los estribos cuando fue cuestionado por periodistas que han publicado en diversos formatos sus pifias y supuestos negocios. No entiende que esa es la obligación de los medios, sobre todo de los reporteros que cubren la fuente. Ha contestado con calificativos groseros ante cámaras y micrófonos. Está enojado, y quien se enoja, pierde.

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