¿Qué tienen de sexy empresas como WhatsApp o Line para ser el blanco de compras millonarias como la que acaba de hacer Facebook? 

Hay una actividad social donde las redes no llegan, que es la comunicación interpersonal privada: comenzamos con SMS, y luego apareció el chat con  los pin de Blackberry, WhatsApp, Viber, Line… Uno puede subir fotos a Facebook o un comentario en Twitter, pero cuando llega el momento de hablar 1 a 1 con alguien regresamos a estas aplicaciones, que parecen menos hábiles pero esto así de simple es lo más atractivo en el mundo de las telecomunicaciones. 

“Mi competencia no es WhatsApp, son los mensajitos de SMS”, me decía Jeanie Han, la CEO de la empresa de mensajería Line para Euro-Américas. Aquí ya cuentan con 10.6 millones de usuarios y quiere cerrar el año con 15 millones (que es el mismo número de smartphones que hay en el país, capaces de usar esta aplicación). 

“La clave será cerrar la mayor cantidad de acuerdos posibles con empresas y con celebridades y tener mucho contenido local”, agrega Enrique Rubio, country manager de Line. Una de las particularidades de esta firma nacida en Japón es que tiene foros de contacto con celebridades y la posibilidad de tener una charla exclusiva  con ellos.

Para crecer en este tipo de comunidades sumaron al monero Trino (que tiene un millón de seguidores en Line), a la selección mexicana (la primera en todo el mundo en subirse a esta plataforma) y hasta al Chavo del Ocho. “Los mexicanos más que ningún otro mercado valora el contenido hecho para ellos”, me explicaba Han. 

Otra de las particularidades (que han permitido monetizar a este servicio) son los stickers, emoticons. “A la gente le encanta enviar una imagen para resumir un sentimiento, pedir perdón o dar un guiño a los demás. Hay largas conversaciones de puros dibujos”, agrega la ejecutiva. 

Con un mercado de clientes jóvenes, Line ya tiene 350 millones de usuarios en todo el mundo y quiere este 2014 llegar a los 500 millones. No son pocos los que rumoran una potencial IPO de esta empresa. 

Sin duda, el ambiente está más que propicio, y si no pregúntele al fundador de WhatsApp, que ayer se alzó con un cheque 16 mil millones de dólares que le dio el otro gigante de las relaciones modernas, Facebook.