El día que Osorio Chong quiso ser Barack Obama
Dureza en la entrada y deportación rápida de migrantes. Esa es la política de México y Estados Unidos.
Que no quede duda: la principal política pública del gobierno de Enrique Peña Nieto frente a la migración centroamericana hacia México es la misma que la del gobierno de Barack Obama con la migración mexicana y centroamericana hacia Estados Unidos.
En eso, queda claro, sí se entienden y coinciden ambos gobiernos.
Así lo reportó Notimex hace dos días: “A los migrantes que carezcan de documentos se les impedirá la entrada al país por la frontera sur, desde ahí mismo, para evitar que sean víctimas de traficantes de personas o de algún delito”, afirmó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. “Nunca se ha dejado pasar (a los migrantes), y esta estrategia no trata de sellar la frontera sur, sino de una política de migración abierta en la que podemos identificar a los migrantes y darles hasta facilidades, siempre y cuando tengan los documentos para adentrarse más adentro del país o ir a Estados Unidos”, dijo.
Aunque el cierre de fronteras se vista de seda, cierre se queda.
Dureza en la entrada y deportación rápida. Esa es la política de ambos países. Con mayor o menor amabilidad, mejores o peores centros de detención, pero hay que impedirles la entrada y a los que encuentren hay que devolverlos.
No hay mención a la petición de la ONU sobre dar carácter de refugiados a los niños, nada sobre la declaración de la UIP de marzo pasado. Nada.
Ambos gobiernos tiene pánico de que su discurso pudiera contener una pequeña rendija por la que se colarían decenas de miles de centroamericanos desesperados por huir de sus países; esos sí, Estados fallidos.
EU ha fracasado desde hace años en resolver el problema y hoy tiene a más de diez millones de personas que viven a la sombra, en el margen con todo lo que eso significa para su sociedad.
México hoy tiene tiempo —y necesidad, diría yo— de tener una idea diferente, más elaborada, que no se base en el miedo y que recuerde nuestra historia. Una que incluye el fracaso estadunidense respecto a los mexicanos queriendo detener el proceso migratorio con policías, bardas, obstáculos y sanciones.
Así que la estrategia de Osorio Chong y Obama: detener/deportar, seguirá esperando una solución verdadera.
Mientras tanto, la emergencia humanitaria no se detendrá.