Hay un punto que será la clave para que la reforma energética sea un cambio real o solo un ajuste. Se trata, ni más ni menos, de quién será el responsable de diseñar los contratos de utilidad compartida, de ajustar los detalles de cada proyecto y de redactar y dar control a cada contrato.

¿Será una agencia? ¿Será una institución autónoma? “No quedó claro, incluso si será la propia Secretaría de Energía”, me comentaba Mario Gabriel Budebo, consejero profesional de Pemex Gas y ex subsecretario de Hidrocarburos. “Es central que estén separados en dos órganos, por un lado el control de la seguridad y medio ambiente y por otro el negocio y la promoción de inversiones. En Estados Unidos lo cambiaron justo luego del derrame de BP en el Golfo de México. Si están juntas las dos partes siempre el dinero prima sobre la seguridad”, agregó Budebo. Un buen ejemplo a seguir de organismo intermedio a cargo de estos contratos con petroleras es el que ha diseñado el gobierno de Colombia con su Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).

Además de la parte legal y técnica (que es fundamental para crear seguridad jurídica a todos los participantes), también falta aclarar qué organismo abrirá toda la información geológica del país, que hoy es un monopolio de Pemex, para que todos los jugadores compitan en igualdad de condiciones y conocimiento en cada proyecto.

La iniciativa de reforma de Peña Nieto sin dudas pone a Pemex en una dinámica de competencia que nunca había tenido hasta ahora, pero falta saber también si le dará todas las herramientas para que compita al nivel de sus pares globales. “Pemex sí puede competir, tiene un gran capital humano.Lo que no han tenido es incentivos para darle cada vez más valor a la empresa. Habrá que revisar el régimen de bonos económicos para empleados, para que los incentivos estén al nivel de las demás petroleras”, agregaBudebo.

Y lo mismo ocurre con el financiamiento para Petróleos Mexicanos: quedó claro el lunes que Pemex no podrá buscar recursos frescos colocando acciones en la Bolsa (como sí lo hace Petrobrás), sino que solo podrá financiarse como hasta ahora con recursos propios o con endeudamiento. Sin dudas, el capital es una de las herramientas más poderosas para competir.

No solo se trata de poner a Pemex a correr un maratón, sino de darle el músculo necesario para que pueda terminar y hasta ganar cada carrera.

Twitter: @ba_anderson