El lavado de dinero por corrupción política ha superado al que realiza la delincuencia organizada,  implica también la penetración de fondos de la delincuencia en esa esfera, por lo que es necesario reformular el renglón judicial. Además de esto hay que agregarle todo el dinero sucio producto de actos de corrupción como la malversación de fondos, enriquecimiento ilícito, sobornos, entre otros. La corrupción política engloba mucho más dinero sucio que el solamente ligado a los grupos delincuenciales, por lo tanto se considera como una fuente de recursos sucios más significativa que los generados por grupos delictivos.

El lavado de dinero por corrupción política está alimentado por la delincuencia y por muchos otros tipos de crímenes relacionados con conflictos de interés, licitaciones públicas, tráficos de influencia, evasión fiscal, sobornos y enriquecimiento ilícito que no se consideran para investigaciones judiciales.

La clase política está infiltrada por su propia corrupción interna ligada a empresas que no están relacionadas con la delincuencia, es dinero sucio por diferentes orígenes, por ejemplo, contrataciones públicas que se asignan con base en tráfico de influencias y conflicto de intereses, recursos que no son considerados como lavado de dinero.

El lavado de dinero por la corrupción política es más significativa e importante y en ese sentido hay que reformular las estrategias y acciones judiciales para enfrentarla en serio por ejemplo los partidos políticos se niegan a informar sobre el uso que le dan a cada peso que reciben. 

No existe la cultura democrática republicana donde un funcionario tiene que hacer público todo su patrimonio y su ámbito de privacidad es mucho menor, por ley, que el resto. Los funcionarios consideran que el ciudadano es un siervo y que tienen que mantenerlos en sus redes patrimoniales como señores feudales, esa es una cultura política de la impunidad e ilegalidad.

El tema del momento del lavado de dinero ubica a más de 70 líderes políticos y personalidades internacionales, entre ellos los presidentes Mauricio Macri, el ruso Vladimir Putin, el futbolista Lionel Messi, un secretario del ex mandatario Néstor Kirchner y el cineasta Pedro Almodovar han sido involucrados por una serie de documentos filtrados en una investigación de lavado de dinero.

EL informe Panamá Papers involucra en el lavado de dinero en paraísos fiscales a políticos mexicanos que seguramente  alegaran demencia y como siempre quedara en la impunidad absoluta.