El lío de las bodas gay
El pasado sábado se realizó en esta capital la marcha a favor de la diversidad sexual promovida por la comunidad LGBT...
El pasado sábado se realizó en esta capital la marcha a favor de la diversidad sexual promovida por la comunidad LGBT (lésbica, gay, bisexual y transgénero), en la que una de sus exigencias principales fue la de que se aprueben las controvertidas bodas entre parejas del mismo género y las adopciones de infantes por matrimonios homosexuales.
El asuntoes espinoso porque confronta por un lado las libertades civiles que deben ser protegidas por la constitución, y por el otro la concepción moral de una sociedad chapada a la antigua y educada por el catolicismo, religión predominante en el país.
Y es que mientras avanza la aceptación y disminuye la intolerancia, las cosas han ido cambiando de manera que algo que hace dos décadas era totalmente impensable, ahora es un tema político que está en la mesa de las Legislaturas locales.
En Quintana Roo, por ejemplo, el líder del Poder Legislativo, José Luis “Chanito” Toledo, ha confirmado que los matrimonios entre parejas del mismo sexo es uno de los asuntos pendientes que pretenden definir antes de que concluya el periodo de la actual Legislatura.
“Chanito” ha mostrado su apoyo a promover una ley que permita los matrimonios entre parejas del mismo sexo –cosa que ya ocurrió en nuestro estado en el municipio de Lázaro Cárdenas, por un vacío legal-, ya que considera que la diversidad sexual merece todo el respeto y así debe estar estipulado en las leyes.
En pleno siglo XXI parece que a nadie sorprende el hecho de que se legalicen las bodas gay, como ha ocurrido ya en otros lugares, sin embargo el tema de la adopción sí ha levantado grandes polémicas y hasta el momento no hay punto de concordancia.
Mientras que la derecha, representada por el PAN generalmente, se opone sistemáticamente a cualquier acción a favor de la comunidad LGBT, los partidos de izquierda –PRD, PT, Morena- han tomado estas causas como bandera por simple lucro político. Muchos representantes de la izquierda son tan homófobos como los conservadores más recalcitrantes.
El hecho es que la posibilidad de permitirles a las parejas gay la adopción de niños ha partido en dos a una sociedad que se ha polarizado en el tema. Los que están a favor piden a gritos todo o nada en el aspecto legal, es decir, que no se conforman con que se autoricen los matrimonios gay sino también la posibilidad de adoptar como cualquier pareja heterosexual.
Otros, incluyendo algunos sociólogos y psicólogos, han manifestado posibles riesgos a la salud mental en infantes que sean criados en este nuevo tipo de familia, aunque tampoco hay pruebas en concreto.
Mientras tanto el tema se cocina a fuego lento en el Congreso local y pondrá a prueba la capacidad de los legisladores para responder a la ciudadanía.