El enroque del viernes en Grupo Financiero Banamex (GFB) se trata de un respaldo total desde Nueva York para el CEO saliente y para el nuevo. Solo así puede verse que Ernesto Torres Cantú, actual director general del Banco Nacional de México, esté asumiendo también como CEO de todo el grupo.

El nombramiento, anunciado por Manuel Medina Mora, presidente de la Comisión Ejecutiva de GFB y co-presidente de Citigroup, llegó con la instrucción de Michael Corbat, el mandamás de Citi.

El mensaje de Corbat es que tanto Javier Arrigunaga como Torres tomaron el toro por los cuernos en cuanto al fraude contra Banamex perpetrado por Oceanografía. De hecho, cuentan, parte de la estructura para evitar futuros riesgos de este tipo será implementada por Citigroup en otras entidades del grupo a nivel global.

El asunto lleva todo el sello de Corbat, quien en el caso de Banamex ha tomado posturas de autocrítica severa. Cuando estalló el asunto del fraude perpetrado por Oceanografía, apuró a decir que Citi sería el primer interesado en investigar y culpar a los responsables; es decir, el CEO hizo un mea culpa y aceptó las “dificultades” que Banamex ha enfrentado, es decir las fallas en prevenir los amaños oceanográficos.

Así, cuentan diversas fuentes al interior de GFB, se espera que los castigos que anuncie la Comisión Nacional Bancaria y de Valores apunten más a cuestiones de control que a una práctica violatoria de los códigos éticos de la institución.

En términos estrictamente de negocios, dicen que Torres Cantú tiene definidos sus retos: bancarizar a más sectores de la población, y no solo los pobres. Una de sus estrategias es jalar a su negocio a miembros de la clase media, sobre todo jóvenes, que no confían en la banca.

Asimismo, deberá ampliar el apoyo a Pymes y emprendedores, y continuar con las obras de fomento educativo, cultural y deportivo. En este tema, Torres Cantú es uno de los “cuartos bates” que Alfredo Harp Helú detectó cuando era socio del banco y a quien le dejó la responsabilidad de encabezar los apoyos sociales por medio de Home Runs Banamex y otras iniciativas.

A Torres Cantú le tocará corregir el riesgo de imagen y reputación, así como dar continuidad al negocio, recuperando la confianza exterior e interior. M