El periodismo en la independencia de México
Al asomar la aurora del 16 de septiembre de 1810 aparece el cura de Dolores...
Al asomar la aurora del 16 de septiembre de 1810 aparece el cura de Dolores con toda la grandeza de los héroes antiguos, con las arengas ¡Viva la Independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!
¿Qué grupo es ese que en el atrio de una humilde iglesia levanta hasta las nubes entusiasta clamoreo? ¿Quién es el jefe de esa muchedumbre que por momentos crece y se agiganta, y que al expirar ese mismo día, era ya un numeroso ejército, que entraba en San Miguel el Grande al compás de sus cantos marciales?
Ese grupo, es el núcleo de un pueblo que se lanza a la conquista de sus más sagrados derechos. Ese caudillo es el varón ilustre y fuerte que acepta el martirio desde el instante en que su voz convoca a sus hermanos para alcanzar la independencia.
En esta columna quiero hablarles del periodismo en la independencia nacional, como la artillería de mayor alcance y la mejor arma usada por los insurgentes.
El inicio del periodismo político en México se da con la aparición del Despertador Americano, fundado por el cura Miguel Hidalgo en Guadalajara en diciembre de 1810. Como periodista buscaba eliminar las murallas de los hombres. Buscaba despertar la conciencia y difundir los ideales de libertad y de igualdad dadas las condiciones sociales y políticas de ese entonces. El fin era sembrar ideas y expectativas en los pensantes para despertar en ellos los ideales independentistas.
Hubo ejemplos muy admirables de hombres cabales que utilizaron como tribuna de lucha política los periódicos como José Joaquín Fernández de Lizardi, en el Pensador Americano de 1812, donde se pronunció abiertamente por la abolición de la esclavitud.
A la par, fueron surgiendo otras publicaciones insurgentes como “El Sur de José María Morelos”.
Todos estos hombres precursores del periodismo, enfrentaron los embates del gobierno y de la Santa Inquisición que sin misericordia descuartizaba y ejecutaba a los que osaran cuestionar a los gobernantes y sus formas de gobernar.
Con la Constitución de 1824 se instauró el régimen de libertad de prensa y con ello se amplió el marco jurídico para el desarrollo de la actividad periodística en todo el país, que creció en proporciones geométricas.
Hoy en día, el periodismo es vocero de la opinión pública y de los gobiernos. Lo cierto es que es un componente fundamental de la vida contemporánea y parece inseparable de los sistemas políticos democráticos.
En estas fiestas patrias quiero honrar la memoria de los periodistas independentistas que dieron fuerza y vigor a la lucha libertaria, que permitieron que los sentimientos de la Nación permearan.
A ellos, a los periodistas que nos dieron patria y libertad, a los periodistas caídos en el cumplimiento de su deber, nuestra eterna gratitud, por su tiempo, por su lucha, por su entrega, por su vida y ejemplo buscando siempre el bienestar de los mexicanos.
Porque no son únicamente los que portan espadas que chorrean sangre y despiden rayos fugaces de gloria militar, los escogidos a designar el personal del gobierno de un pueblo que quiere democratizarse.
Ese derecho lo tienen también los ciudadanos que han luchado en la prensa y en la tribuna, que están identificados con los ideales de la independencia y han combatido al despotismo que barrena nuestras leyes.
Porque no es sólo disparando proyectiles en los campos de batalla como se barren las tiranías; también lanzando ideas de redención, frases de libertad y anatemas contra los verdugos del pueblo, se derrumban dictaduras, se derrumban imperios.
Porque la soberanía de un pueblo la constituyen todos los mexicanos y mexicanas que tienen conciencia plena, que son conscientes de sus derechos. Que aman la libertad y la justicia y laboran por el bien de la Patria.