Rumbo al proceso federal intermedio de 2015, para la elección de diputados federales ––cuatro, por el distrito que viene en camino– las principales fuerzas que compiten contra el PRI navegan sin brújula, sujetas a los vaivenes de la imponente marea. 

Panistas y perredistas no tienen a estas alturas los planos de una estrategia para evitar el “carro completo” que acaricia el PRI, un partido que se las sabe de todas todas cuando se trata de competir, ya que domina el guión electoral que tanto se les indigesta a sus disminuidos adversarios.

Si bien en 2012 la oposición le arrebató al PRI el distrito de Cancún, como ha ocurrido en cada elección presidencial a partir de 2000, todo se debe al peso de Andrés Manuel López Obrador, separado de PRD porque dio prioridad a su nuevo partido del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Pero en 2015 la oposición no tiene valores con peso propio, y para colmo han surgido los mismos nombres de posibles candidatos que han sido derrotados, cosechando cuando mucho sus soñadas diputaciones plurinominales.

Por ello no es descabellado el escenario de un “carro completo” para el PRI, ya que sus dirigencias locales han sido acotadas y carecen de la bolsa de los Ayuntamientos que les fueron arrebatados en la contienda del 7 de julio de 2013.

En Chetumal el PAN cuenta con un elemento muy eficaz en la arena electoral, como Mario Rivero Leal, quien fue un competitivo candidato a la alcaldía capitalina en 2008, cuando se alzó con el triunfo Andrés Ruiz Morcillo.

Hoy por hoy, gracias a la pasividad e ineptitud de sus adversarios, el PRI tiene la mesa puesta rumbo a la elección federal que está a la vuelta de la esquina, y que ya mantiene ocupados a quienes desean fervientemente ser candidatos.

Pero de la oposición panista y perredista, ni sus luces en estos meses tan decisivos, sobre todo cuando hay temas en la agenda capaces de fomentar el auge de cualquier figura medianamente competitiva.

Un instituto intrascendente

Los pasivos consejeros del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Quintana Roo (Itaipqroo) pueden estar muy relajados porque los reflectores no los persiguen, a diferencia de otras dependencias que tienen sus funciones.

Pero a la fecha el Itaipqroo es una institución que carece de importancia, ya que sus consejeros han renunciado a sus funciones más elementales, a tal grado que la sociedad no recurre a esa instancia especializada en ocultar el dato más inocente. Por ello el replanteamiento de la vigencia del Itaipqroo es obligado a estas alturas, ya que el gobierno del estado está obligado a optimizar su presupuesto. Pero en ese instituto nada pasa.