El problema es de mafias

Todo el mundo sabe que "los indígenas chiapanecos que venden en el Centro de Mérida son manejados por empresarios de aquella entidad que los traen en condiciones de esclavitud".

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

A lo se mejor en torno al problema de los vendedores ambulantes en el Centro Histórico soy escéptico porque llevo ya muchos años oyendo que se le va a dar una solución “integral y definitiva” y ahí sigue vivito y coleando y, sobre todo, creciendo sano y robusto e inclusive con “refuerzos” de otros lugares.

Cuando el alcalde Renán Barrera Concha y el presidente de la Canacome, Jorge Manzanilla Pérez, dicen que la solución no es de reformar el Reglamento de Mercados, no nos queda más que darles la razón. Ese Reglamento es un gran elogio a la letra muerta, les vale un soberano cacahuate a quienes han hecho de la venta ambulante en el centro su modo de lucrar y así ha sido siempre.

El verdadero  problema -nomás que la autoridad no quiere verlo- es de las mafias que han hecho del centro de Mérida su lugar de operaciones, a vista y paciencia del Ayuntamiento -quizá inclusive con algunas ligas non sanctas en esferas del gobierno municipal-. Por ejemplo, los indígenas chiapanecos que literalmente invaden parques y aceras, o los dizque artesanos que todas las noches aparecen en parques, e inclusive los “marquesiteros”que ponen triciclos en donde debían caminar los peatones.

Me gustaría detenerme un poco en el caso especial de las y los jóvenes chiapanecos -ellas provistas de “diablitos” en los que llevan ropa típica de su estado que luego extienden en el piso y ellos (algunos niños de 8 ó 10 años) cargando un cajón lleno de dulces y cigarros que venden sin ningún control-.

Todo el mundo sabe que los manejan empresarios de aquella entidad que los traen en  condiciones de esclavitud y los explotan inclusive sexualmente.

Tiene razón el alcalde, el problema no es de reglamento, sino de ganas de hacer cumplir la ley.

Lo más leído

skeleton





skeleton