El que calla... escucha
Las personas que escuchan y ponen atención suelen obtener más y mejores resultados...
Vivimos en una sociedad extremadamente comunicada y llena de distractores a la hora de conducir el automóvil, tener una junta, realizar una llamada e incluso comunicarnos de cualquier forma con alguien.
Resulta muy difícil entablar una conversación a veces coherente por la falta de enfoque y nuestra propia dispersión hacia cualquier mosca que pasó y eso nos entretiene.
Quiero mencionarte que las personas que escuchan y ponen atención suelen obtener más y mejores resultados, pero sobre todo aprender más, que los que sólo se dedican a hablar o no ponerle suficiente atención a la persona de enfrente con la que están comunicándose.
Por lo que aquí te menciono 5 cosas que te ayudarán a escuchar mejor:
1.- No hables.- Una característica principal de la persona que escucha es que no hable para poder poner mejor atención a lo que la otra persona quiere comunicarte. No la interrumpas, si no es necesario, hasta que termine.
2.- Guarda tu celular.- No dejes a la mano tu teléfono celular, pues es, hoy por hoy, el principal y mayor distractor de todos. No es que lo pongas en silencio, es que lo guardes, alejes, escondas de ti. Si no, es una falta de respeto a tu emisor.
3.- Muestra interés.- A la persona que habla no habrá nada que más le moleste que la otra persona no la esté escuchando. Y esto se ve en algunos movimientos o lenguaje corporal, como por ejemplo, voltear a ver el reloj, mirar a otro lado. Evítalos.
4.- Cuestiona.- Es importante una vez que hayas escuchado que preguntes lo que creas necesario para darle mayor énfasis a las partes que lo requieran. Es válido y permitido cuestionar, pero no te da derecho a juzgar a la persona.
5.- Aconseja.- Una de las razones por las que la gente quiere ser escuchada es que a veces requiere de un consejo, pero cuidado, no es siempre. Analiza bien si la persona que se comunicó contigo sólo quiere comentarte o también desea algún comentario al respecto.
Un consejo a tiempo puede ayudar a muchas cosas, pero un consejo dado, que no fue pedido, suele tener un efecto contrario al que pretendemos darle de un inicio. Las personas inteligentes son asociadas a ser buenas para escuchar. Se requiere mucha paciencia para ser buen receptor de información, así es que mejor callamos… para poder escuchar.