En la geografía estatal, sin excepción del relieve local aún se respira una atmósfera candente y ordinariamente escandalosa, ambiente en que predomina el sentimiento de inconformidad, impotencia y frustración provocada por los resultados de una elección que a todas luces es consecuencia de no haber interpretado los mensajes enviados por los electores al partido tricolor, La  corrupción, inequidad, prácticas adúlteras y delincuencia electoral de algunos medios de comunicación privilegiados fueron el hartazgo de los quintanarroenses, las instituciones, la democracia y las ideas libertarias en su vertiente social y política, determinaron un triunfo contundente del virtual gobernador Carlos Joaquín González.

Tiempos difíciles, tiempos de dimes y diretes, tiempos de dime con quién andas y te diré quién eres, se avecinan para el tricolor.

Lo que más me llamó la atención en esta elección es la participación de las mujeres en esta elección, quienes en definitiva se llevaron la elección, esas mujeres que se vieron en todos los mítines, esas mujeres que hoy muestran que tienen una libre participación ciudadana, fueron una parte fundamental en esta contienda.

Ni qué decir de los jóvenes, han dado de qué hablar en todo 

Para los que votaron por Carlos Joaquín, el saldo es blanco, pues su candidato es el ganador, ellos votaron en paz, no hacen olas, y solo tienen que esperar a que llegue el “cambio” para sentirse mejor. 

El dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, había pronosticado que ganarían nueve de las 12 gubernaturas en juego y según los primeros resultados se quedará solo con cinco.

Seguro que en el PRI y en Los Pinos realizarán un ejercicio de autocrítica de cara al 2018, y es que es evidente que la corrupción de personajes como Javier Duarte, la crisis de derechos humanos por casos como Ayotzinapa y Tlatlaya, ya provocaron que el “mal humor social” del que habló el Presidente se haya traducido en menos votos para el PRI.

Ya lo dijo Beltrones “lo que tenemos que hacer es asumir el mensaje que nos da el electorado, el de un cambio de actitud tanto del PRI como del gobierno para reconectarnos con la ciudadanía”.

En el PAN algo hicieron bien y lograron, en algunos casos con alianza con el PRD, ganar siete gubernaturas: Chihuahua, Puebla, Tamaulipas, Quintana Roo, Veracruz, Durango y Aguascalientes, lo que sin duda fortalece a su dirigente Ricardo Anaya, para buscar la candidatura de su partido a la Presidencia de República, de cara al 2018.

Agustín Basave del PRD valora la posibilidad de dejar la dirigencia y advierte que el partido necesita cambios profundos.

Reconciliación Política 

Se necesita un cambio de relaciones entre antiguos antagonistas de un conflicto hacia la coexistencia y aceptación mutua, en contextos de debate sobre temas públicos. Dimensión de la reconciliación en la que individuos y/o grupos de una sociedad hacen un reconocimiento mutuo de luchas del pasado y cambian sus actitudes y comportamientos destructivos por relaciones constructivas para la estabilidad política del estado.