El reciente anuncio de esta naviera de origen español, para volver en 2015 a una ruta mexicana, habla bien de las perspectivas marítimas en el mercado nacional. 

Pullmantur hizo un buen intento en 2012 al lanzar recorridos por dos rutas, Caribe Maya, que incluyó Cozumel, Costa Maya, Jamaica, Grand Caimán y Progreso, y Pacífico Mexicano con Acapulco, Puerto Vallarta, Mazatlán, Manzanillo y Los Cabos.

Con la explicación de que vendería embarcaciones, suspendió los recorridos.

Con una óptica redimensionada, ahora volverá también con dos opciones pero por una misma zona y con un mismo barco: los itinerarios Caribe Maya y Costa Maya contarán con salidas semanales desde Progreso, Yucatán y Cozumel, Quintana Roo, entre junio y agosto del próximo año.

Si bien es todo un reto, como lo fue en el pasado con sus productos inicialmente promovidos para mexicanos -por su precio y porque no requieren visa estadounidense- el escenario parece ser apropiado con una industria de los viajes pujante.

Con una estrategia más afinada ahora -tiempos, regiones, duraciones- todo parece estar listo para que el regreso de Pullmantur sea más duradero. 

En la presentación ante medios nacionales, el director general de la firma para Latinoamérica, Luis Vizcay, se congratuló por el regreso de la marca internacional a México, resaltando las facilidades que los gobiernos de Quintana Roo y Yucatán están dando para el lanzamiento.

La directora general para México de Pullmantur explicó que el buque Monarch de la firma operará en total 10 salidas entre los meses de junio y agosto de 2015, con dos recorridos únicos que permitirán a más de 25 mil cruceristas profundizar en la historia de la cultura maya.

Los usuarios también podrán sumergirse en las aguas cristalinas del mar Caribe y explorar el famoso banco de coral Chinchorro, la segunda barrera de arrecifes más grande del mundo y que se extiende a lo largo de mil kilómetros por la Península de Yucatán en México, además de atravesar Belice y Guatemala, hasta las Islas de la Bahía en Honduras.

Aunque hubo otros intentos en el pasado para ofrecer cruceros a los mexicanos y a sus visitantes, Tropicana Cruises y Pacific Dream, por ejemplo, la apuesta de Pullmantur parece no ser tan fácil de mantener, como lo vimos tras 2012.

Pero la experiencia de la naviera, su precisión para medir la oferta y la demanda, su operación como corporativo, pudieran representar en esta nueva cruzada el viento en popa. Buena nueva para quienes gustan de esta opción de viaje, toda una experiencia en el mar y en destinos, zarpando cerca de casa.

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