El secuestro de la red social

Las redes sociales en México son una muestra de los avatares que sufre nuestra democracia política...

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Las redes sociales en México son una muestra de los avatares que sufre nuestra democracia política, donde gana quien más hace “ruido” y no quien tenga la razón. 

Mucho se ha dicho sobre los intentos para coartar la libertad de expresión en internet, tanto en México con la “Ley Telecom”, como a nivel mundial con ACTA y SOPA; o de las medidas más “en tiempo real” como bloquear el acceso a la red en caso de “emergencia”. Sin embargo, estas medidas son insulsas comparadas con la principal ley mordaza: lo políticamente correcto, y el secuestro de la opinión por parte de “bots” y “trolls”. 

Twitter, Facebook, Google+, Instagram y Vine, están cayendo en la autocensura y la falsa política del bien común, situación que además de negar la libertad de expresión, causa un problema para los medios y periodistas que no estén atentos al comportamiento caprichoso de las redes sociales. En estos servicios es sencillo hacer pasar un interés particular por uno social y transformar una mentira en realidad con “pruebas” que trastocan un acontecimiento sin relevancia en una historia fácil de vender. 

Estos casos se pueden encontrar en los “trend topics” o “hashtags”, donde con sólo incluir un par de palabras clave se entra al remolino de datos de una búsqueda en las redes; para un periodista desconectado de los nuevos medios de difusión, le resulta “interesante” el amplio número de “tweets” o entradas en Facebook sobre el mismo tema: una burbuja informativa tendenciosa pero muy atractiva para contar una historia argumentándola con las muletillas “con base a” o “de acuerdo a”. 

La política en internet es víctima de las malas prácticas disfrazadas de modernidad, al grado que algunos partidos, agrupaciones y medios optan para falsear información en las redes sociales. Acá es donde entran los “bots”, falsos usuarios dedicados a difundir y repetir hasta el cansancio las acciones de sus grupos. Para el periodista, detectar estas falsas cuentas es sencillo: las personas detrás de ellas no interactúan, y al hacer clic en las ligas de sus “tweets” llevan al mismo mensaje o a una búsqueda con cientos de usuarios repitiendo lo mismo en tiempo récord. También en esta fauna están los “trolles”, que en muchas ocasiones son funcionarios de baja monta o ciudadanos utilizados para insultar y dañar la imagen de quienes no se plieguen a sus intereses. Estos usuarios se diferencian de los “bots” en que sí interactúan y responden a quien les increpa.

Nuestra misión como periodistas es no dejarnos engañar por el “monstruo” informativo que crean las redes sociales, sino ser crítico y certero para saber dilucidar la realidad de entre el caudal de internet. Rescatar de la desinformación a los usuarios y con ello, utilizar la oportunidad que la red representa para consolidar nuestra labor. 

@nefmex

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