El Senado, botín de ex gobernadores

Por segunda ocasión el ex gobernador chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz pretende ser...

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Por segunda ocasión el ex gobernador chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz pretende ser candidato del PRI al Senado; en 2006 lo intentó, pero sus alas fueron cortadas por la vigorosa irrupción del ex gobernador cozumeleño –este si con tremendo potencial político– Pedro Joaquín Coldwell, quien en 2012 fue relevado por el ex gobernador golondrino Félix González Canto, al poco tiempo de desalojar la Casa de Gobierno.

Roberto Borge Angulo quiso dar el salto a las filas senatoriales, pero su catástrofe de pronóstico reservado lo dejó fuera de combate y con un futuro inmediato tan nebuloso como no había enfrentado un mandamás desde los últimos días de Mario Villanueva Madrid en la silla bendita y a la vez maldita.

Como Secretario Técnico del Consejo Político Nacional del CEN del PRI, Hendricks aguarda su oportunidad para saltar al Senado, una posición tan contaminada por el lanzamiento de pájaros de cuenta como el “Niño Verde” Jorge Emilio González Martínez y la perredista “Lady Senadora”, Luz María Beristain Navarrete.

Pero el escaño es tan atractivo para los ex gobernadores que permanecen a salvo, aunque Hendricks no sea un fenómeno electoral porque hasta los priistas lo desprecian, pero hay que tomar en cuenta que un candidato en esa arena cuenta con atajos para llegar al Senado, tal como hizo el “Niño Verde” en 2012, cuando dejó que todo el peso de la campaña recayera en el ex gobernador González Canto.

Desde 2006 los ex gobernadores han cerrado el paso a nuevos talentos políticos, aunque Pedro Joaquín Coldwell le dio lustre a su escaño, saltando a la dirigencia nacional del PRI y al gabinete presidencial de Enrique Peña Nieto, nada menos que en la complicadísima Secretaría de Energía.

Lo inaceptable es que el Senado sea una especie de terapia ocupacional para ex gobernadores como Hendricks, quien no tiene necesidad de arrebatar esa candidatura a priistas con mayor poderío electoral. Por ahora es remota la posibilidad de que el último gobernador capitalino pesque la candidatura, pero la tentación flota en el afortunado sucesor de Mario Villanueva.

Los ex gobernadores deben controlar sus calenturas electorales, a menos que hablemos de un peso completo con toda la autoridad para aspirar: Don Miguel Borge Martín.

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