El viaje
Encuentro triste que para poder obtener aprobación del Cabildo para realizar un viaje se tenga que destacar lo 'gratuito' del viaje.
La primera columna que escribí para este periódico, titulada ¿Has viajado?, señalaba lo que todos sabemos, que los viajes ilustran, y destacaba un ejemplo muy representativo: Dwight Eisenhower, durante la Segunda Guerra Mundial, se desempeñó como comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa. Ahí se dio cuenta de que gracias al formidable diseño y alta calidad de construcción del sistema de autopistas de Alemania, toda su logística de guerra se realizaba de forma eficiente, lo que constituía la mayor fortaleza del ejército alemán. Al regresar a Norteamérica y después convertirse en el 34º presidente de ese país, impulsó el programa de infraestructura más ambicioso del que se tenga memoria, construyendo en su administración una ejemplar red de autopistas de más de 65,000 kilómetros.
De Alemania se puede aprender mucho, son legendarios la pasión, dedicación y empeño de los alemanes por hacer todo de manera ordenada, metódica, enfocada y casi perfecta. Para aprender cómo hacer las cosas bien, a tiempo, a la primera y de calidad, no está mal copiar los buenos ejemplos de otros lugares, todo lo contrario, lo recomiendo y respaldo, pero si saliera de nosotros mismos sería mucho mejor.
Además, con mucho respeto me atrevo a sugerir que los ciudadanos debemos superar, y pronto, el profundo trauma que representa un viaje de nuestras autoridades a cualquier sitio, dolencia que inmediatamente hace aflorar críticas dolosas, o provistas de una inocente ignorancia, que pretenden desacreditar la utilidad del viaje con base en los altos costos que implica.
Recientemente el Lic. Rolando Zapata Bello viajó a Colorado Springs a una reunión cumbre con un selecto grupo de gobernadores de México, Estados Unidos y Canadá; entiendo que se discutieron asuntos de comercio, tecnología, energía, desarrollo sostenible y cambio climático, y se firmaron acuerdos de cooperación entre las tres naciones en todos estos temas. Me parece magnífico que esas oportunidades sean posibles y que sepamos estar a la altura que esas reuniones demandan.
El alcalde de Mérida, Lic. Mauricio Vila Dosal, viajó a Alemania, invitado por el gobierno de ese país, para atender seminarios sobre desarrollo urbano sostenible, gestión de residuos, energía renovable, participación ciudadana y otros temas en los que los alemanes ocupan posiciones de liderazgo. ¡Qué sensacional que la generosidad alemana permita a nuestro alcalde conocer todo eso!
Encuentro triste que para poder obtener aprobación del Cabildo para realizar el viaje, o acallar críticas malintencionadas, se tenga que destacar lo “gratuito” del viaje. Yo estoy convencido de que esos viajes valen la pena y hay que asumir el costo.
Pero si a su regreso se sigue desperdiciando energía o no se genera un porcentaje desde fuentes renovables, si no se implementan nuevos y modernos criterios de desarrollo urbano sostenible, si el proceso de gestión de los residuos permanece intacto, o si no se incrementa el nivel de participación ciudadana en todo proceso público, entonces, aun cuando la tesorería no hubiere erogado un solo peso, habrá sido el viaje más caro de la historia, y deberíamos condenarlo.