¿El viernes negro de Videgaray?
Esta noche, Inegi entregará a Hacienda sus indicadores sobre la marcha de la economía mexicana y los hará públicos mañana, temprano.
No tendría por qué serlo. La economía es asunto de expectativas. Y la expectativa después del viernes no tiene que ser necesariamente negra. Dependerá en buena medida de cómo se vendan los números. Es decir: en buena medida del talento político del secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Esta noche, Inegi entregará a Hacienda sus indicadores sobre la marcha de la economía mexicana y los hará públicos mañana, temprano. Una hora más tarde, Hacienda informará que ajusta el pronóstico de crecimiento económico para 2014. Ya no será 3.9 por ciento, pero seguirá arriba del tres.
Un tres que parece ya no traer el viento en contra, de acuerdo con proyecciones de conocedores y centros especializados. Un tres que, aunque lejos del cinco prometido en campaña y ahora soñado para 2016, no es malo en el panorama mundial, y menos en el latinoamericano.
El problema para Videgaray, pues, no es tanto el porcentaje que anunciará, sino la batería de tiradores que comienzan a apuntarle. Un ejemplo: la altanera querella mediática de si la economía nacional entró en fase recesiva es técnicamente insostenible, pero es un sofisma que al grito de ¡viene la catástrofe económica, viene por incompetencia! toca a un protagonista. Lo merma. En este caso, a uno de los dos número dos del gobierno del presidente Peña Nieto.
Veremos a Videgaray mañana. Creo que tiene suficiente margen de maniobra. Y un horizonte que ya no se mira tan denso, en donde quizá lo único que necesita para que las malas cifras mejoren es tiempo.
Cosa de saber administrar el tiempo. Los tiempos.