Elección OK

En las elecciones internas del PRD en Yucatán se instalaron 65 casillas en toda la entidad y salieron a votar alrededor de 15 mill personas de un padrón electoral superior a los 30 mil creyentes de la izquierda.

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Pues casi increíble pero cierto. Las elecciones internas del PRD, a nivel nacional, resultaron menos desaseadas que lo esperado por miles de militantes, simpatizantes y adherentes.

Tampoco fueron unos comicios –como diría El Chavo del Ocho- “qué bruto, qué bárbaro, qué limpios fueron, pero ahí se va”. Pero en términos generales, las “tribus” del Sol Azteca, que prácticamente se cuentan por docenas, se comportaron decorosamente como si pretendieran dar síntomas de unidad. Algo es algo.

En la Ciudad de México y sus delegaciones, donde el PRD es inmensa mayoría, hubo acusaciones de compra de votos, reparto de tortas y jugos y demás chucherías que siempre caracterizaron al PRI, pero que tanto perredistas como panistas se empeñaron en copiar y mejorar dichas estrategias “tamaleras”.

Al final, el recuento de votos y la organización del proceso electivo por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) –antes IFE-, rindieron buenas cuentas. La “tribu” de Nueva Izquierda o algo parecido, que lideran los llamados “Chuchos”, salió ampliamente ganona. Esto quiere decir que la banda de los “Chuchos” tendrá mayor influencia al momento del máximo proceso de octubre próximo para elegir al nuevo líder nacional de ese partido.

En Yucatán, las cosas salieron tranquilas. Se instalaron 65 casillas en toda la entidad y salieron a votar alrededor de 15 mil fulanos y fulanas de un padrón electoral superior a los 30 mil creyentes de la izquierda. La corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN) resultó con el mayor número de votos en las elecciones internas al obtener 11 mil 064 de los 16 mil 579 sufragios totales contabilizados. Nada despreciable.

Esta “tribu” donde se identifica, entre otros, el actual dirigente estatal del PRD, Bayardo, “El Gallardo”, Ojeda Marrufo, superó a Nueva Izquierda, a Izquierda Democrática Nacional y al Frente de Izquierda Progresista y, al menos en la entidad, se supone que puede darle rumbo a los perredistas locales y enfrentar las elecciones intermedias de 2015 –para renovar 106 alcaldías, 25 diputaciones estatales, un buen lote de regidores y los cinco diputados federales de mayoría (más los levantadedos plurinominales) que corresponden a Yucatán- con esperanzador número de votos.

Por supuesto, no pudo faltar la “prietita en el arroz”. La diputada federal Teresita Borges Pasos, quien pasaba de lo más discreta porque, simplemente, no ha hecho nada en la Cámara Baja, dio la nota: otros perredistas supuestamente le descubrieron el reparto de despensas y de dinero en efectivo para beneficiar a su corriente del Frente de Izquierda Progresista.

PRIMERA CAIDA.- Alentador panorama de la izquierda yucateca en 2015 si logra mantener, siquiera, un poco de unidad en torno a convertirse nuevamente en la tercera fuerza política estatal.

SEGUNDA CAIDA.- Como que inspiran más confianza los “izquierdosos” que, por ejemplo, unos verde-ecologistas con sus naturales alianza con el PRI o el PAN. Con el que pague mejor.

TERCERA CAIDA.- ¿Qué pasará con “Trampitas” Borges? Nada. Pero ya fue exhibida.

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