Platicando con las abuelas y los abuelos, vimos ejemplos de lo maravilloso que nos ocurre cuando aceptamos y manejamos adecuadamente nuestras emociones: 

• √ Manejamos mejor nuestros impulsos: serenos, incluso en momentos difíciles.
• √ Incrementamos la capacidad de auto motivarnos: perseverantes y exitosos en nuestros proyectos y propósitos.
• √ Regulamos mejor nuestros estados de ánimo: equilibrados y estables emocionalmente.
• √ Aumentamos nuestra capacidad de empatía: sensibles y perceptivos ante expresiones, sentimientos y necesidades de los demás.

Podríamos concluir, les comenté, que tener lo que se llama un “Corazón Inteligente” significa permitir que -entre pensamiento y acción- emoción y sentimiento iluminen nuestras decisiones.

“Emoción y sentimiento”, comentaron, “comúnmente se relacionan con malas decisiones”. En algunos casos –les indiqué- es cierta dicha relación. Sin embargo, los expertos coinciden en que el coeficiente intelectual contribuye con el 20% en las decisiones exitosas de nuestra vida, mientras el 80% restante es resultado de un buen manejo de las emociones y los sentimientos al momento de tomar nuestras decisiones. 

Jovencitos, emoción y sentimiento es una mancuerna importante  para tomar decisiones correctas en el momento preciso de nuestra vida.