Empequeñecer a Pemex

Si los miembros del Pacto por México estaban esperando una negociación mayúscula, mejor que se vayan a descansar a su casa…

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Me cuesta trabajo comprender lo que el presidente Enrique Peña quiere decir con sus “6 acciones para modernizar a Pemex”, delineadas justo antes de ir al Vaticano a oír misa. Y me cuesta trabajo porque, según entiendo, vivimos una discusión nacional para llevar a cabo una reforma energética que podría tocar el corazón de Pemex con cambios incluso constitucionales. Veamos.

Dice el Presidente que la primera acción será “establecer una nueva estructura organizacional”. ¿Para eso requerimos que los integrantes del Pacto por México se pongan de acuerdo? La respuesta es no. ¿Para eso es necesario un cambio constitucional? Tampoco. Es facultad constitucional del Estado garantizar la propiedad de los hidrocarburos para la Nación; pero de ahí a cómo se organice Pemex…

También dijo Peña que se requiere “alentar la ética”; “promover el crecimiento verde” o “potenciar la industria nacional”. Tampoco se requiere un cambio constitucional para ello. Si los miembros del Pacto por México estaban esperando una negociación mayúscula, mejor que se vayan a descansar a su casa… En todo caso, las dos menciones que hizo el Presidente en relación con las inversiones que tiene que hacer Pemex requerirán algún cambio en leyes secundarias.

Son tan “sencillas” las acciones que ha anunciado el Presidente para Pemex, que uno podría suponer que se está tardando en instrumentarlas. No necesitamos que llegue el segundo semestre de 2013 para la reforma energética. Que se actúe ya.

Cuando una empresa requiere recursos para crecer hay tres opciones: crecimiento orgánico, financiamiento vía deuda o nuevo capital. Lo primero es casi imposible para Pemex, porque el gobierno le extrae muchos recursos. Lo segundo ya ocurre, y no ha sido suficiente para potenciarla. Lo tercero es un tabú, y el Presidente ha insistido en que la empresa no se privatizará.

Queda entonces otra opción, poco mencionada y discutida: empequeñecerla. Que varios de sus activos pasen a otras empresas; que aquello que no lleve asociado la etiqueta de “hidrocarburo” o “petróleo” tenga otros dueños; que la producción energética del gas de esquisto sea tomada por inversionistas privados…

O sea, no le cambiarían nada… excepto el tamaño. 

Lo más leído

skeleton





skeleton