¿Empiezan los movimientos?

Cuando los intereses son beneficiosos para todos, los amarres no vislumbran enemistades.

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A unos dos años y pico de celebrarse las elecciones en Yucatán y, al mismo tiempo, en el país para la renovación de Gobernador y Presidente de la República, respectivamente, al menos en la entidad ya surgieron los primeros pasos para que los partidos más fuertes y representativos, PRI y PAN, anden tentando la silla que ahora ocupa Rolo Zapata Bello.

En el partido tricolor, parece que las cosas marchan tranquilas, claro, hasta el momento. Al ratito empezarán las patadas y golpes en lo oscurito y, después, a cielo abierto. Pero a su tiempo.

De entrada, el dirigente estatal del PRI, Carlos Pavón Flores, “Don Pavone”, ya armó un Plan Rector para los siguientes años en donde todas las bases andan involucradas: sectores popular, campesino y obrero, con el consiguiente respaldo de los diputados y senadores federales por Yucatán. Dicen las malas lenguas que también hubo sus inconformidades pero nada que no haya sido superado, claro está, por el momento.

Y es que Pavón Flores anda movido. Desde hace algunas semanas, el PRI realiza eventos en municipios importantes del Estado como Valladolid y Tizimín, entre otros, con el poder femenil del tricolor, supuestamente representando por el Organismo Nacional de Mujeres del PRI (ONMPRI) que, aquí, encabeza la legisladora federal Lucely Alpizar Carrillo, aquella que años atrás se aventó la puntada de casi poner en práctica la teoría universal en honor al entonces gobernador Víctor Cervera Pacheco: “el cerverismo no una corriente política sino una corriente filosófica”.

En las comunidades rurales o “pueblotes”, la participación de la mujer siempre ha redituado en miles de votos para el PRI, así que desde ahora los dirigentes del Revolucionario Institucional están enfocando sus baterías hacia la parte del mal llamado “sexo débil”.

Pero la estrategia no para allí. Las reuniones del PRI están a la orden del día y el próximo miércoles, en la Casa del Pueblo, con motivo de un aniversario más del fallecimiento (crimen) de Luis Donaldo Colosio Murrieta, se presentará el famoso Plan Rector que, supuestamente, puede ser la guía para la cosecha de triunfos que el partido en el poder espera de aquí a dos años más, cuando acabe el período de Rolo Zapata. El tiempo va volando.

Los movimientos en el “RIP” para la sucesión gubernamental en Yucatán son, todavía, escarceos, fintas y uno que otro gancho leve al hígado. Las apuestas están para Felipe Cervera Hernández, hijo del extinto dos veces mandatario Víctor Cervera Pacheco, y actual diputado federal por segunda ocasión. Su grupo tiene como base a la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, muy metida en eso de que ya es “escritora” y también que puede ser considerable presidenciable en 2018. Por supuesto, faltarán todos los amarres posibles y la anuencia, siempre, del Presidente saliente.

También está la figura de Jorge Carlos Ramírez Marín, ex titular de la Sedatu, y actual legislador federal y uno de los vicepresidentes de la fracción priísta de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. En la “grilla” política, es conocido que Ivonne Ortega y Jorge Carlos no jalan parejo y que la doña de Dzemul hará todo lo posible para que el hábil parlamentario no vea la luz rumbo al Poder Ejecutivo estatal. 

Pero cuando los intereses son beneficiosos para todos, los amarres no vislumbran enemistades. ¿Un pacto entre la “mujer de letras” y el representante del PRI ante el Consejo General del Instituto Nacional Electoral es posible? De todo hay en la viña del Señor. Por cierto, Jorge Carlos y “San Panchito” Torres, también diputado federal, forman ya un dueto para recorrer comisarías de Mérida llevando los “pisos firmes”. Ambos pueden necesitarse en un futuro nada lejano.

Y que no se descarte a un tercer interesado. La figura política de Mauricio Sahuí Rivero, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) estatal, en dos ocasiones vetado para competir por la Alcaldía de Mérida, también puede surgir para apuntarse rumbo a la gubernatura. Ahora tiene amplia cancha en su cargo para darse a conocer y permear en las comunidades rurales con programas de asistencia social. En menos de dos años se conocerá su suerte.

Pero, en contraparte, en Acción Nacional “el tiempo pasa y nos vamos volviendo viejos” (como dice la rolita del gran cantautor cubano Pablo Milanés) y apenas asoman las cabecitas dos potenciales contendientes: los senadores Rosa Adriana Díaz Lizama –una de las grandes viajeras de la Cámara Alta- y Daniel Avila Ruiz –que se pone en las luminarias informativas un día sí y el otro también-, quienes ya empezaron a arreciar sus actividades proselitistas en casi todo el Estado.

Rosa Adriana recién presidió un evento con mujeres donde narró sus principios en la política desde su natal Buctzotz hasta llegar a donde está, sin olvidar que la suerte le sonrió hace tres años cuando los votos del PRI no fueron suficientes para que Felipe Cervera Hernández alcanzara un escaño en la Cámara Alta, ya que los votantes castigaron al tricolor por la gestión de Angélica Araujo Lara, famosa por su “paso deprimido” y una gestión entregada al gobierno de su madrina política Ivonne Ortega. Sólo así llegó Rosa Adriana pero, tiempo después, se considera aspirante. Al final, ¿por qué no?

De Daniel Avila sólo hay algo concreto: sí le metería a la candidatura gubernamental si las condiciones políticas y partidistas le favorecen. Pues depende que su partido, Acción Nacional, le quiera dar jugada porque, al parecer, no hay buena relación entre Raúl Paz Alonzo, líder del blanquiazul, y el político oriundo de Tizimín.

Y hasta hay una tercera opción, lejana, pero latente: Joaquín Díaz Mena, el ex abanderado panista a la gubernatura en 2012. También anda movido y hace unos días solicitó apoyo al titular de la Sagarpa, José Calzada, para acabar con el problema de los pepineros de mar por las costas de San Felipe y Río Lagartos, donde es ampliamente conocido. El grupo de “Huacho” Díaz –diputado federal- también podría inclinar la balanza hacia alguno de sus colegas senadores. 

Y, cosa rara: los tres son nativos de municipios rurales. Bueno, Cervera Pacheco era oriundo de Dzemul. Y a todo esto, en el PAN, ¿qué dirá Raúl Paz? ¿Levantará la mano para el Gobierno cuando no cuenta con el apoyo de la familia Patrón Laviada? ¿Mauricio Vila Dosal, vigente alcalde de Mérida, será lanzado a la “grande” en caso de que las anteriores propuestas fracasen? ¿Se quedará Vila con las ganas de ser reelecto, sobre todo porque ya estarán vigentes en 2018 las reelecciones? No tardaremos mucho en saberlo.

Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para todos los interesados levanten las manos antes de tiempo, enviarlas a [email protected] y/o [email protected].

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