En 2014, ¿más reformas e IVA generalizado?

En 2013, se vivió la polémica de las reformas estructurales, cambios al modelo de país que dejaron...

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En 2013, se vivió la polémica de las reformas estructurales, cambios al modelo de país que dejaron gran encono. La reforma fiscal es un buen ejemplo, pues incluyó varios ajustes necesarios que afectaron a las minorías, es decir, al empresariado y a la clase media alta. 

La inconformidad de la iniciativa privada es latente, dicen que las modificaciones fiscales no aportan al crecimiento, pero que sí dañan la competitividad e inhiben la inversión; y por eso urgen a los ajustes faltantes en las reformas, para acelerar el sector productivo según dicen.

En una parte del enojo sí les asiste la razón, pues la reforma los mostró como los únicos que no cumplían con los pagos al fisco, lo que dista mucho de la realidad, pues existe un alto número de personas que no tributan, más del 50% de la Población Económicamente Activa.

De los países que conforman la OCDE, México es quien menos ingresos tributarios recauda, apenas 19.6% del PIB en 2012; el promedio de la propia organización es 34.6% y el de América Latina 20.7%. La lógica dice que un país debe vivir de su recaudación fiscal, dado que es la única vía sustentable de largo plazo.

Esto explica porque tenemos décadas apoyados en un recurso no renovable como el petróleo; para pagar los gastos, hemos preferido vender un activo en lugar de cobrar los impuestos. Un dato útil, es que aún y cuando las tasas de impuestos son altas, se recauda muy poco. La explicación es sencilla: casi nadie paga los impuestos.

Es el círculo vicioso de la informalidad, pues los de tal condición, usan bienes públicos sin aportar a su manutención, lo que es dañino para el erario y quienes sí tributan. A la par, los informales no reciben la mínima seguridad social, lo que aviva la desigualdad, además de ahondar la pobreza en ciertos casos.

Es el gran irresuelto, la verdadera reforma fiscal que se necesita, lograr que todos paguen impuestos, los potentados y los informales, pues ambos han vivido al margen de la legalidad, o del bien común al menos. Más allá de que el sector empresarial pida prisa, es necesario que se atienda esta grieta estructural.

El erario no puede seguir dependiendo del petróleo, tiene que ser auto sostenible. El éxito de la reforma energética, también pasa por ello, pues jamás habrá inversión productiva, si las utilidades petroleras se van al gasto corriente del país. El gobierno esta obligado a disipar el problema.

De hacerlo, el costo político será enorme, pues implica la única vía de generalizar los impuestos al consumo. ¿Dará este paso el Ejecutivo? El tema es inevitable en el proyecto de Estado que se ha propuesto, pero a veces las coyunturas dictan otra cosa. Ya veremos.

Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.

Comentarios por favor a: [email protected]   
Twitter: @oscar_ahp

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